Familiares y amigos de la pareja muerta en un hecho pasional el pasado sábado en el barrio San Jorge de Valledupar, aun no salen de su asombro. No se explican el por qué Fredys Granados, de 56 años, tomó quizás la peor decisión de su vida: matar a su esposa Nadina Polo, de 47 años, de varios impactos de arma de fuego y luego suicidarse con un tiro en la cabeza.
A las afueras de Medicina Legal los familiares esperaban que fueran entregados los cuerpos para ser velados y posteriormente sepultados.
Un allegado a estas personas contó que Fredys, era una persona muy alegre y extrovertida. 'No entiendo por qué pasó esto, es más no era amante a las armas de fuego, más bien era temeroso de estas'.
Fuentes judiciales ligadas al caso, indicaron que el arma utilizada fue un revólver y que cuatro de los proyectiles los disparó en contra de Nadia. En el arma solo quedó un proyectil. Al parecer, el revólver era prestado, propiedad de un amigo.
El día del hecho la pareja estuvo discutiendo, supuestamente Nadina no quería seguir conviviendo con el padre de sus dos hijos y tenía pensando separarse por un tiempo, para a ver si la situación mejoraba.
'Él tenía un viaje programado para Barranquilla, se iba el martes y a eso de las 4:30 de la tarde. Antes del hecho, llamó al hijo y le dijo que le avisara a algunos amigos que se iba de viaje, que se iba a ausentar, pero el ‘pelao’ no se imaginó que se iba a tratar de esto', refirió un allegado a la familia.
Momentos antes de suceder este feminicidio y luego suicidio, Fredys le dijo a su hijo que buscara un dinero que tenía guardado en el carro; quizás para despistar al joven y justo en ese momento sonaron los impactos de arma de fuego.
Con la muerte de Nadina el número de mujeres asesinadas en Valledupar se eleva a nueve, la anterior y más reciente fue el homicidio en contra de la periodista Yisney Pedraza Flórez, en medio de un atraco el pasado jueves. Ella estaba embarazada.
Además, es el segundo caso registrado este año en esta capital donde un hombre mata a su compañera sentimental y luego se quita la vida. El suceso en mención ocurrió en la invasión Tierra Prometida en julio pasado, cuando José Rodríguez Quintero, de 40 años, conocido como ‘el Cachaco’, estranguló a su compañera sentimental Marilis Hernández, de 35 años, y luego se suicidó.