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En un lote enmontado de una finca cerca a la trocha que conduce a la vereda Cominos de Tamacal, al noroccidente de Valledupar, fue hallado este lunes el cuerpo semidesnudo, con signos de tortura y en estado de descomposición de una mujer de 22 años, identificada como Sol Mery Lara Márquez, residente en la invasión Altos de Pimienta.

La joven se encontraba desaparecida desde el sábado en horas de la mañana cuando salió de su casa con rumbo desconocido; desde entonces sus familiares no volvieron a saber más nada de ella hasta que un campesino de una finca se percató del cadáver.

La Policía y un grupo de la Sijín tuvieron que ingresar a unos 500 metros de trocha hasta llegar a donde se encontraba el cuerpo para proceder con la inspección técnica y trasladarlo hasta Medicina Legal.

Sol Mery era madre de dos hijos, y trabajaba como mesera en un billar ubicado en la invasión Altos de Pimienta, a pocas calles de donde residía junto a sus padres y hermanos, dedicados al oficio de carromuleros.

Ni los vecinos, ni sus hermanos demoraron en llegar hasta la trocha ‘Los Cominos de Tamacal’, donde está ubicada la finca donde fue encontrada muerta.

Testigos que vieron el cadáver comentaron que este estaba semidesnudo, y con signos de tortura y violencia. Sin embargo, aún las autoridades no han establecido cuál fue el móvil de su muerte.

No obstante, trascendió que al parecer, el rostro de Sol Mery fue rociado con ácido, ya que estaba totalmente desfigurado, y presuntamente pudo haber sido víctima de abuso sexual.

De acuerdo con la Policía, Lara Márquez había estado con prisión domiciliaria por el delito de porte y tráfico de estupefacientes en 2014. 

Proveniente del Magdalena

Algunos habitantes de la invasión comentaron que Sol Mery era una mujer trabajadora y buena madre, hacía alrededor de 7 años había llegado al barrio junto con sus familiares provenientes del corregimiento de Guachaca, jurisdicción de Santa Marta.

Con este caso el número de mujeres asesinadas en Valledupar, se eleva a 8. Las dos anteriores fueron las de Yisney Pedraza, de 25 años, en medio de un atraco en el barrio Nueva Esperanza, y el de Nadina Polo, de 47 años, muerta de 4 impactos de arma de fuego propinados por su esposo en el barrio San Jorge el pasado sábado.