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Rafael Ramírez, uno de los seguidores más fieles de Diomedes Díaz, llegó temprano este viernes a Valledupar de su natal Copey, el motivo no era otro que unirse, como en los últimos cuatro años, al sentimiento que embarga a los miles de fanáticos del Cacique de La Junta, llevarle flores a su tumba, y manifestar su admiración por el artista al conmemorarse una fecha más de su fallecimiento.

'Me siento nostálgico porque se cumplen cuatro años de la muerte de nuestro artista, al que seguimos queriendo', dijo este hombre que se autodeclara ‘diomedista’ 100%, al punto que bautizó a su hija mayor con el nombre de Olga Patricia, el mismo que había pensado ponerle El Cacique de La Junta, en caso de que fuera niña, al bebé que Patricia Acosta llevaba en su vientre, cuando estaba embarazada de Martín Elías; y más allá, Rafael Ramírez, en homenaje a su ídolo, registró a su segundo hijo como Rafael Santos.

Como él, decenas de seguidores se dieron cita en el cementerio Jardines del Ecce-Homo de Valledupar para sumarse a la conmemoración del cuarto aniversario de la muerte del cantautor guajiro, fallecido el 22 de diciembre de 2013, fecha que llenó de luto al folclor.

Frente a su tumba, liderado por su amigo y exmánager Joaquín Guillén, los familiares y amigos del Cacique le llevaron flores y una serenata con Mariachis, interpretando algunos de sus éxitos y las rancheras que más le gustaban a Diomedes, entre ellas El Rey. En la visita al campo santo también recordaron anécdotas con el cantante.

Elver Díaz, hermano de Diomedes, agradeció a los seguidores por mantener vivo el recuerdo del Cacique de La Junta. 'Esta es una fecha que nos llena de tristeza por su partida, pero también de alegría por ver a tanta gente que sigue cantando sus canciones, que vienen a acompañarlo en su tumba', dijo, para luego improvisar unos versos a la memoria del cantante.

Joaquín Guillén recordó la nobleza del Cacique de La Junta, indicando que a pesar de su grandeza musical, era un hombre noble. Rafael María Díaz, otro de los hermanos de El Cacique, cantó una de sus composiciones que le grabó Diomedes en su última producción ‘La vida del artista’.

Dolor en el alma

Enrique Blanco dijo que 'desde muy joven soy seguidor de la música de El Cacique, su muerte nos causó un gran dolor y aun no nos reponemos, pero aquí estamos demostrándole ese apoyo que en vida siempre le dimos, sigue vivo en nuestros corazones', manifestó.

La escultura de Diomedes, en la glorieta del balneario Hurtado fue otro de los sitios más visitados este viernes; al cumplirse un aniversario más de la muerte del Cacique, propios y foráneos, se acercaron al lugar para tomarse fotos y conocer aspectos de la vida y obra del compositor y cantante guajiro, considerado ídolo de las multitudes.