Con cintas amarillas de 'prohibido el paso', funcionarios de la Alcaldía de Valledupar, con el acompañamiento de la Policía y el Ejército, iniciaron este miércoles el cierre por 10 días del balneario Hurtado, a fin de adelantar una campaña de limpieza y ‘oxigenación’ del sector turístico afectado por las basuras y la contaminación. No obstante, la medida que comprende la prohibición del ingreso de bañistas y actividades comerciales fue rechazada por los vendedores y trabajadores del lugar, quienes argumentaron que esta no fue socializada con tiempo, y que es un ‘golpe’ a sus ingresos. Isabel Andrius, mesera en uno de los quioscos de Hurtado sostuvo que 'no estamos de acuerdo con lo que está pasando, nos afecta mucho; yo soy madre cabeza de familia y de aquí depende el sustento de mis hijos. Creo que faltó organización, que digan que van a tomar la medida, pero que no sea algo de la noche a la mañana'. Aunque el secretario de Gobierno municipal, Gonzalo Arzuza, indicó que la determinación se venía anunciando, para los vendedores estacionarios, ambulantes y trabajadores en el río, el Decreto por medio del cual se adoptan las medidas de restricción se emitió un día antes de comenzar a aplicarse. Sonia María Charris, otra de las comerciantes, sostuvo: