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Más de 4.500 ejemplares de unas 153 especies de la fauna silvestre, la mayoría en vía de extinción, se han salvado de morir en las 'garras' de cazadores y traficantes ilegales; de ser usados como mascotas de personas por largo tiempo, o de estar en situaciones de riesgo en el departamento del Cesar.

Desde 2016 funciona en este territorio el Centro Especializado de Atención y Valoración de Fauna Silvestre, a cargo de la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, un santuario para que los animales en peligro, que hayan sido incautados por las autoridades, hallados en situaciones de riesgo o entregados voluntariamente, tengan un proceso de recuperación y acostumbramiento a su hábitat natural, en caso en que hayan permanecido por mucho tiempo cerca de la presencia humana para luego ser liberados en su hábitat natural.

Este centro es el único que opera en la Costa Caribe, está ubicado entre Valledupar y el corregimiento Valencia de Jesús, y se constituye en un sitio de paso en el que los ejemplares, a punto de desaparecer por la acción antrópica, sean valorados y rehabilitados por profesionales para luego ser devueltos a los ecosistemas de donde fueron extraídos. 'Muchos de estos animales son presa de cazadores para su comercialización ilícita, especialmente en esta temporada de Semana Santa, cuando aumenta el consumo de especies como la iguana, hicotea, zaino, venado, entre otras, que se ofrecen como platos típicos de la región, cuando en realidad lo que causan es un grave daño al ecosistema.Con apoyo de la Policía y del Ejército hemos logrado rescatarlos y devolverlos a su entorno', dijo el director de Corpocesar, Julio Suárez.