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Desde Sao Paulo, capital de Brasil, será trasladado este sábado hasta Valledupar el cuerpo del ganadero y empresario José Guillermo ‘Ñeñe’ Hernández Aponte, asesinado en medio de un atraco en la ciudad de Ubareba, Estado de Minas Gerais, en ese país el pasado primero de mayo, cuando recién salía de una feria ganadera y fue interceptado por delincuentes que lo despojaron de su reloj Rolex, al tiempo que le propinaron dos impactos de arma de fuego en el abdomen.

La llegada del féretro está programada para las 6:00 de la tarde y posiblemente el sepelio se realice este domingo en horas de la tarde, en Jardines de Eccehomo mismo campo santo donde están enterrados su padre y uno de sus hermanos.

De acuerdo con Jairo Hernández, primo del fallecido, en Brasil se encuentran ganaderos colombianos que al igual que el ‘Ñeñe’, estaban en la feria ganadera y han sido los encargados de todos los trámites pertinentes para la repatriación del cuerpo en un avión privado hasta Colombia.

Contó que José Guillermo Hernández Aponte, quien era compañero sentimental de la exreina de belleza nacional, la guajira María Mónica Urbina, es recordado por sus familiares y amigos como una persona cariñosa pendiente de sus seres queridos en especial de su familia.

'Es hijo de un líder conservador que se llamaba Aristídes Hernández que fue diputado por muchos años y Beatriz Aponte, de esa unión nacieron cuatro hijos que son José Guillermo, Aristídes que falleció, José Gregorio y Rosalía. Su primaria la hizo en el colegio Récord en Bogotá donde su familia; Crispín Villazón de Armas e Iván Villazón eran su acudiente, vivía en la casa del doctor Villazón', contó Jairo Hernández.

Expresó además que desde muy temprana edad José Guillermo comenzó a trabajar en la ganadería junto a su padre hasta que se independizó y logró convertirse en uno de los ganaderos más grandes del Cesar y Colombia, aparte de tener haciendas en este departamento también era propietario de otras en Bolívar y Santander.

Entre tanto todos sus familiares y amigos cercanos continúan reunidos en la casa campo propiedad del Neñe Hernández, ubicada a las afueras de Valledupar, donde se alojaba cada vez que venía a esta ciudad solo o en compañía de María Mónica Urbina. Se conoció que ahí permanecerán hasta que el cuerpo llegue.