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Los 16 nuevos concejales de Valledupar, en remplazo de los sancionados por la Procuraduría, llegaron con las ‘pilas’ puestas para ejercer control político a la administración del alcalde Augusto Ramírez Uhía en los menos de 40 días que faltan para terminar este periodo. Estos se suman a los tres que quedaron en la corporación, para completar sus 19 integrantes.

En esa tarea estaban la mañana de este lunes, cuando se disponían a debatir el polémico contrato 1011 el 3 de julio de 2018, que a decir de los corporados está plagado de irregularidades. Justo cuando el concejal ponente del debate, Ricardo Vives, se alistaba para hacer su intervención, en el que revelaría las supuestas anomalías, se fue la luz en el recinto.

Antes ya había cierto malestar porque a las 8:00 de la mañana, cuando los concejales llegaron a sesionar encontraron que el sistema de aire acondicionado no funcionaba. No obstante, después de esperar media hora, instalaron la jornada a pesar del calor; pero 10 minutos después, se fue la energía solo en esas instalaciones, ya que en el resto del edificio donde también funciona la Alcaldía y en el sector en general si había el servicio.

A la sesión habían sido convocados el secretario General de la Alcaldía de Valledupar, José Juan Lechuga, quien firmó el contrato de prestación de servicios con la Fundación Creciendo con Cultura, por más de 1.200 millones de pesos cuyo objeto era el apoyo logístico en la organización y ejecución de eventos para la promoción de actividades y programas realizados por el Municipio de Valledupar-vigencia 2018, con un plazo de ejecución de seis meses; el secretario de Hacienda Saúl Martínez, encargado de los pagos del mismo; y el jefe de la Oficina del Adulto Mayor de Valledupar, Jaider Rincones. No obstante, Lechuga se excusó indicando haber sufrido una lesión lumbar.