Los pueblos indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta le pidieron al Gobierno Nacional respetar la ‘Línea Negra’, que es una delimitación ancestral que hacen de su territorio donde se encuentran sus sitios sagrados; a fin de que estos no resulten afectados con proyectos de infraestructura, ni por el avance de la minería en el macizo.
Las autoridades y líderes de la etnia arhuaca, junto a representantes de las otras comunidades nativas con asentamientos en la Sierra, se reunieron el pasado viernes en Nabusímake para analizar la crítica situación de lo que consideran una reserva biocultural sagrada.
Para los arhuacos y otros pueblos indígenas, 'la Sierra Nevada es el corazón de la Madre Tierra, un espacio vital, un ecosistema geográfico, biológico, cultural y espiritual, con una unidad ecosistémica indivisible –desde las nieves perpetuas-glaciales hasta el mar- en el que nacen 37 ríos, que son los actores más importantes del territorio'.
Hicieron un llamado al Gobierno Nacional, al mercado y a la sociedad para desarrollar una 'visión plural', al existir diferentes formas de entender y relacionarse con el territorio.
'Los espacios vitales desde la perspectiva de los ecosistemas culturales implican miradas diversas del territorio que no se encuentran recogidas en la visión del Estado moderno, que promueve la división política-administrativa implementada desde la República y en la actualidad reproducida en el sistema de Parques Nacionales Naturales de Colombia, ocasionando una superposición de jurisdicciones sobre nuestra reserva biocultural sagrada de importancia para la humanidad y el futuro de la biosfera', señalaron.
Reiteraron que los pueblos de la Sierra Nevada son los legítimos guardianes del territorio sagrado, una unidad espiritual y política, que reconoce la labor de las mujeres como guardianas del territorio y del agua.
'Exhortamos al Estado a ser corresponsable del cuidado y la preservación de nuestros ecosistemas en emergencia, esto significa, garantizar la implementación del decreto de la Línea Negra (Decreto 1500 de 2018)'.
