Los soldados profesionales Óscar Eduardo Mendoza Ávila, oriundo del corregimiento de Valencia de Jesús, jurisdicción de Valledupar; y Vicente Antonio Medrano Mejía, de Paso Nuevo, vereda de San Bernardo del Viento, Córdoba, se cuentan entre los cuatro militares masacrados en la vereda La Pradera, Norte de Santander, en hechos ocurridos este 31 de agosto.
Los uniformados se encontraban apoyando labores de erradicación de cultivos ilícitos, cuando fueron abatidos a tiros.
Todos estaban adscritos al Batallón de Artillería No. 2 La Popa, con sede en Valledupar, pero operaban en la zona del Catatumbo agregados a la Fuerza de Tarea Vulcano del Ejército Nacional.
En la acción también perdieron la vida el soldado profesional William Felipe Melchor Galindo, oriundo de Neiva; y el cabo segundo Helmer Mauricio Ortiz Flórez. Las informaciones señalan que estaban brindando seguridad en un helipuerto del plan de erradicación de cultivos ilegales.
El cadáver de Mendoza, de 26 años, sería trasladado a Valledupar de donde lo llevarían a Valencia de Jesús para darle sepultura.
El joven militar tenía tres años en las filas del Ejército. 'Primero prestó el servicio en el Batallón de Ingenieros, después entró a la escuela de soldados profesionales en Tolemaida, de donde salió al Batallón La Popa', declaró un familiar. Mendoza deja una hija de 10 meses de nacida.
Del cordobés Medrano Mejía se supo que contaba 25 años. Había visitado a su familia recientemente.
Tiro de gracia
'Según las primeras investigaciones, todos habrían sido ultimados en estado de indefensión, con tiros en la cabeza, infringiendo así los Principios de Humanidad, Distinción y Proporcionalidad propios del Derecho Internacional Humanitario', informó el Ejército Nacional en un comunicado sobre la tragedia.
En el ataque otro militar resultó herido de gravedad, y fue auxiliado por enfermeros de combate. De inmediato lo trasladaron vía aérea a un centro especializado, donde recibe atención médica.
Entre tanto fueron adelantadas operaciones militares para ubicar a los autores materiales del hecho.
El área fue asegurada para que el Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía realice los actos urgentes con los cadáveres.
El teniente coronel Henry Leguizamón Galindo, comandante del Batallón La Popa, indicó que los militares adscritos a su unidad fueron agregados en enero pasado a la Fuerza de Tarea Vulcano de la Segunda División del Ejército.
El presidente Iván Duque se pronunció y aseguró que este hecho no quedará impune. A través de su cuenta de Twitter el mandatario rechazó el hecho y envió un mensaje de condolencias a las familias de los cuatro militares asesinados. 'Execrable masacre de tres soldados y un suboficial en Nte.Santander, quienes dieron sus vidas enfrentando al narcotráfico, NO quedará impune. Cdte. @COL_EJERCITO adelantará operaciones contra criminales GAOr responsables. Toda la solidaridad con las familias de nuestros héroes', escribió el mandatario.
A su turno el gobernador de Norte de Santander, Silvano Serrano, se unió a las voces que condenan este ataque. 'Rechazamos los actos de violencia sucedidos en el municipio de Sardinata que acabaron con la vida de héroes de la patria. A las autoridades exhortamos para que den con los responsables y los conduzcan a la justicia', manifestó en su cuenta de Twitter el funcionario departamental.
En la región del Catatumbo operan la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (Eln), un reducto del Ejército Popular de Liberación, la disidencia 33 de las antiguas Farc y bandas de narcotraficantes.
Ninguno de estos grupos al margen de la ley se ha atribuido la masacre.
Las autoridades hasta el momento tampoco han responsabilizado a alguno de ellos.