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Las faenas de pesca en la majestuosa ciénaga de Zapatosa, donde según el maestro José Barros navegaba la mítica piragua de Guillermo Cubillos, están frenadas por cuenta de la tarulla.

Esta planta acuática que empieza a crecer en verano, y que cuando la ciénaga aumenta su caudal cubre toda la superficie, impide la navegabilidad y la pesca de la que derivan su sustento unas 8.500 familias alrededor del cuerpo de agua.

El fenómeno está ocasionando una de las peores crisis ambientales de los últimos años, por causa de la mortandad de peces por la falta de oxígeno debido a la capa vegetal que tapiza el espejo de agua en jurisdicción de Chimichagua, Cesar.

La Zapatosa es el complejo de agua dulce más grande de Colombia; en temporada seca alcanza una extensión de entre 30.000 y 40.000 hectáreas, y de 70.000 en invierno; está ubicada entre los municipios de Chimichagua, Chiriguaná, Curumaní y Tamalameque, en el Cesar, y toca El Banco, en el Magdalena, en la llamada Depresión Momposina.
los efectos.

Aunque la tarulla es producto de la misma naturaleza, se ha convertido en una especie de maldición para los pescadores de la región, como ellos mismos la consideran.

Celso Moreno Mejía, representante de la Asociación de Pescadores y Productores de Chimichagua, manifestó que la situación se ha convertido en crítica.

Explicó que cuando la tarulla cubre la superficie causa un daño ambiental considerable, pues no existe un control biológico para combatirla.

'Estamos viviendo una verdadera calamidad, además de las restricciones que tuvimos por la pandemia, ahora por cuenta de esta planta no podemos pescar', sostuvo Ángel Miguel López, pescador en la zona rural de Chimichagua.