El flagelo del secuestro sigue azotando al Cesar. La práctica de retención forzada, que entre 1970 y 2010 dejó 2.621 víctimas en este departamento, se mantiene vigente, aunque no en las grandes proporciones de la época más cruenta del conflicto armado.
Los casos que se han registrado este año en el territorio prendieron las alarmas y avivaron el temor, sobre todo en el sector agropecuario, teniendo en cuenta que las fincas en las zonas rurales son acechadas por los delincuentes. La situación se agudiza en el sur del Cesar, donde en este 2020 tres ganaderos han sido secuestrados, uno de ellos asesinado en cautiverio.
Hernán García Aragón, representante legal de la Federación de Ganaderos del Cesar (Fegacesar), indicó que 'hoy en día tenemos la presencia de la guerrilla y delincuencia común, que nos ha hecho retroceder y estamos volviendo a otras épocas que esperamos no sigan prosperando, pues los secuestros se están dando de forma constante nuevamente'.