Desde las zonas de producción, especialmente de cocaína, en Norte de Santander, los grupos armados al margen de la ley que se nutren financieramente de este negocio, envían la droga hacia las costas del Magdalena y La Guajira, de donde sale al exterior a través del corredor
Los narcotraficantes aprovechan la posición geográfica del Cesar, entre las regiones del Catatumbo y del Caribe, para usarlo en un corredor estratégico para movilizar los estupefacientes.
En ese tránsito, necesariamente debe pasar por el Cesar, que se conecta por el sur con los santanderes, y por el norte con la región Caribe, para tratar de evadir los cercos de la Policía y el Ejército que mantienen una lucha frontal contra este flagelo.
La costa, en la mira
Son miles de vehículos diarios los que circulan por las carreteras, especialmente por los tramos de la Ruta del Sol II y III, donde difícilmente se puede controlar todo el tráfico de alucinógenos, pero con labores de inteligencia, red de cooperantes, puestos de control y procedimientos de rutina se ha logrado asestar duros golpes a las estructuras que están detrás de esta ‘industria’ ilegal.
El saliente comandante de Policía en el Cesar, coronel Jesús Manuel De Los Reyes, indicó que la guerrilla del ELN hace presencia en el Catatumbo para fortalecerse con el narcotráfico y el hurto de hidrocarburos, pero también hay disidencias del frente 33 de las Farc que delinque en esa zona, y el Clan del Golfo que han extendido sus tentáculos hacia la costa.
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