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A lomo de mula y gracias al esfuerzo de sus familiares, fueron trasladados desde la parte alta de la serranía del Perijá los cuerpos de un hombre, de 45 años, y de su hijo, de 16, hacia el corregimiento de San José De Oriente, zona rural del municipio de La Paz, Cesar.

Eliécer Sanjuan Rincón y su hijo adolescente fueron asesinados en la finca ‘La Panocha’ en límites de Colombia con Venezuela, cuando buscaban una oportunidad de trabajo, en donde presuntamente indígenas del vecino país los amarraron y luego los asesinaron con objetos contundentes.

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Para las autoridades fue imposible hacer la inspección técnica a los cadáveres, por lo que familiares de las víctimas viajaron durante varias horas en mula para poder retirar los cuerpos del lugar y llevarlos hacia San José De Oriente, para posteriormente entregarlos a la morgue de Medicina Legal en Valledupar para la necropsia.

Carmen Helena Ravelo Sanjuan, familiar de los campesinos asesinados, lamentó el hecho en diálogo con EL HERALDO y mostró su inconformidad con las autoridades.

'El helicóptero de las autoridades iba a subir, pero nada, no sé qué pasó. A nuestros familiares tocó traerlos en mula porque no hubo más, fue muy triste. Ellos trabajaban, se fueron allá para cuidar una finca, pero no los dejaron trabajar, lo que hicieron con ellos allá no se hace. Ellos eran creyentes, no fue justo como los mataron', señaló.

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