Con apoyo de información ciudadana y labores de inteligencia, la Policía Fiscal y Aduanera asestó un duro golpe al contrabando. En la vía que del municipio de San Diego, al norte del Cesar, conduce al interior del país, uniformados de la institución interceptaron un camión que transportaba 12.000 cajetillas de cigarrillos.
La carga avaluada en 26 millones de pesos no contaba con los documentos que acreditaran su legal introducción al territorio nacional y tampoco tenía los pictogramas, ni leyendas exigidas por las normas colombianas.
Los efectivos del grupo de verificaciones de la Policía Fiscal y Aduanera evidenciaron que los contrabandistas trataron de ocultar los cigarrillos envolviéndolo en bolsas negras y transportándolo debajo de otras mercancías para evitar los controles que realizan las autoridades y así poder llegar a su destino que sería la ciudad de Bogotá, donde serían comercializados de manera ilegal.