En la imputación de cargos contra siete guardianes del Inpec, capturados por su presunta participación en una red de extorsionistas que delinquía desde la penitenciaría de alta y mediana seguridad de Valledupar, conocida como La Tramacúa, la Fiscalía reveló que los funcionarios cobraban hasta 800 mil pesos por cada celular que dejaban ingresar al penal.
En la relación de los hechos, el ente de investigación relacionó que en mayo de 2019, dos de los guardianes coordinaron el ingreso de 80 celulares, recibiendo 800 mil pesos por cada uno, para un total de 64 millones de pesos.
La Fiscalía cuenta con el testimonio de un interno con el que habrían coordinado la entrega, quien señaló que los equipos móviles fueron tirados en paquetes desde la parte externa de la cárcel por un auxiliar, y ese día estaba de turno uno de los dragoneantes implicados.Los teléfonos quedaron tirados en la cancha, donde los recogieron y los guardaron en un sitio llamado ‘el rancho’.
Luego otro recluso, encargado de distribuir la comida en los patios uno y dos, y en el pabellón de atención especial, recogió los equipos y los metió en paquetes dentro de un balde realizando un recorrido hasta los pabellones pasando por donde estaban los guardias que presuntamente tenían conocimiento de esta situación.