Forrados con túnicas negras y a pies descalzos, los penitentes en Valencia de Jesús, el pueblo de mayor fervor religioso en el departamento del Cesar, mantienen viva una de las tradiciones más antiguas de la hermandad de Los Nazarenos, una congregación con más de 260 años de historia.
'Esta es una reliquia de nuestras tradiciones durante la Semana Santa. El jueves, los penitentes caminan bajo el sol, descalzos, algunos cargando postes de madera, en representación de la pasión de nuestro señor Jesús de Nazaret. Antes se flagelaban', sostuvo Nicolás González, quien lleva 40 años como integrante de la hermandad.
Se trata de una de los actos de fe más arraigados de la población en la que los participantes pagan promesas cumplidas a Jesús de Nazaret.
Este jueves Santo, los miembros de la hermandad de los Nazarenos y particulares que hicieron peticiones y les fueron cumplidas, salieron en inmediaciones de la iglesia colonial, una joya arquitectónica que ahora está en restauración, para hacer el recorrido de un kilómetro con ocho estaciones en el pueblo. Durante el trayecto, algunos cargando postes de madera, dieron gracias por los milagros recibidos.