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Cristóbal Calderón recorrió seis horas de camino desde San Alberto, sur del Cesar, hasta Valledupar para sumarse a la romería que este jueves llegó al cementerio Jardines del Ecce-Homo, a conmemorar el natalicio de Diomedes Díaz, quien cumpliría este 26 de mayo 65 años.

'Yo crecí y me crié con la música del Cacique de La Junta', señaló Calderón, quien junto a una comitiva, emprendió el viaje hacia esta capital para acompañar a su ídolo musical en la tumba, el día de su cumpleaños,

Sostuvo que 'siempre he venido a sus fechas especiales; lo recuerdo con su música y ese sentimiento que le ponía a sus canciones; también me llama mucho la atención la historia de su vida, desde donde nació hasta donde llegó, eso es digno de admirar'.

Como Cristóbal, decenas de seguidores del Cacique de la Junta se dieron cita en la última morada del artista fallecido de un infarto fulminante el 22 de diciembre de 2013, dejando un gran vacío en el mundo terrenal, pero a la vez un inmenso legado musical que lo mantiene vivo en el corazón de su fanaticada.

Joaquín Guillén, quien fue mánager, y amigo entrañable de Diomedes, recordó que el Cacique de La Junta, festejaba su cumpleaños dedicándole canciones a su gente. 'Él no era de cosas materiales, le podían dar muchos regalos, no solo en su cumpleaños, sino en cualquier momento; pero a Diomedes lo llenaba más un abrazo y el cariño de su fanaticada'.