Una cuarta víctima ha cobrado la tragedia ocurrida en la casa campo Riascos, a las afueras de Valledupar, debido al desplome del techo de un salón de eventos donde se celebraba una boda el pasado 1 de junio.
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Se trata de Jesús Andrade Guerra, quien había resultado gravemente herido tras la caída de la estructura, por cuanto quedó atrapado entre los escombros de donde fue rescatado en muy malas condiciones de salud, al punto que le habían amputado una pierna que le quedó prácticamente destruida. También había perdido mucha sangre y luego de una primera intervención fue estabilizado y trasladado al Hospital Militar de Bogotá, donde murió este domingo en horas de la madrugada.
Este joven pertenecía a la Armada Nacional, empezando apenas una carrera militar. Pertenecía igualmente a la iglesia cristiana Cristo Vive en Mí, de la cual hacen parte los novios de este matrimonio, Ebet Shaday Calderón y Camilo Andrade, este último hermano del recién fallecido.
Además se conoció que Jesús, era yerno de Hilda Rosa Hernández, de 51 años, quien también murió, este domingo en una clínica de Valledupar. Su novia, Ana Mercedes Ahumada Hernández, también sufrió lesiones y fue hospitalizada, puesto que todos estaban en una misma mesa.
Aún de esta tragedia quedan cinco personas hospitalizadas, de las 43 que resultaron lesionadas.
Es de recordar que por este accidente también fallecieron Naileth Guerra, de 22 años, quien era una de las damas de honor, baterista de una banda cristiana y asistente administrativa de una clínica veterinaria. Igualmente perdió la vida Saray Michel Varela Manga, de 12 años, que había llegado como invitada a la boda con sus padres procedentes de la ciudad de Barranquilla. Ambas quedaron atrapadas entre los escombros y sus muertes fueron de inmediato.
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Este ha sido un hecho sin precedentes en Valledupar, donde la ciudadanía aún no deja de asombrase y que le cause conmoción.
Las autoridades indicaron que se tomaron medidas al respecto, en cuanto al cierre de otra obra que se adelantaba en la misma casa campo Riasco, la cual tampoco tenía los permisos y licencias de construcción.
