Dieciocho niños de la Institución Educativa Los Encantos, sede El Silencio, de la vereda que lleva el mismo nombre, perteneciente al municipio de La Paz, Cesar, se encuentran sin recibir clases por falta de un profesor.
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En el colegio ven clase niños desde preescolar hasta noveno grado de bachillerato, y luego quien desee continuar con sus estudios debe desplazarse a otras poblaciones porque no cuentan ni con la infraestructura ni con los docentes.
La falta de docente llevó a los padres de familia a elevar un derecho de petición a la Secretaría de Educación Departamental del Cesar para que sea nombrado un profesional que esté dispuesto a quedarse en el territorio y así impartir las clases.
De acuerdo con Ana Marcela Murgas, quien es líder de mujeres y madre de tres niños que no están recibiendo clases, esta problemática se viene presentando desde años anteriores. En el 2024, los estudiantes ingresaron al año escolar en marzo.
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“Recurrimos al derecho de petición en busca de ayuda porque la rectora de la sede principal que queda en Guaymaral ha realizado las gestiones, pero tampoco le han dado respuesta y la educación es un derecho que tienen los niños”, expresó Murgas.
De igual manera detalló que el docente que acepte ir hasta la vereda debe estar dispuesto a quedarse a vivir en una de las fincas que les dan alojo ya que la distancia con otras poblaciones es bastante extensa y este pudiera estar siendo uno de los inconvenientes.
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“Como las vías de acceso están en un pésimo estado, la distancia de la vereda con el corregimiento de Media Luna, que es San Diego, y es lo más cercano está a tres horas, en carro, de ahí al municipio de La Paz, es una hora más. A esta zona es raro que nos manden una maquinaria amarilla para arreglar las vías”, expresó la madre de familia.
También refirió que el colegio solo es un aula sin luz, ni agua, ni baño, cuya infraestructura está en pésimas condiciones.
Refirió además que el alcalde de La Paz, Wilson Rincón, conoce esta realidad ya que en una oportunidad visitó el territorio y se comprometió a disponer recursos para la adecuación de la escuela, pero hasta el momento ha quedado en promesa.
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Sumado a esto, los niños que cursan de sexto a noveno grado requieren ir a otra institución educativa para un mayor aprendizaje, pero están limitados porque tampoco cuentan con transporte escolar.
En este sentido, estos habitantes de la vereda El Silencio esperan ser escuchados por la Secretaría de Educación Departamental del Cesar.
