En los municipios La Jagua de Ibirico, El Paso, Chiriguaná, Codazzi y Becerril hay expectativa y preocupación ante el más reciente anuncio de Drummond, dirigido a sus trabajadores, indicando que implementó un ajuste a su plan de operaciones de carbón en las minas Pribbenow y El Descanso, ubicadas en el centro del Cesar, para alinear la producción a las condiciones actuales del mercado internacional.
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Para dichos municipios es de suma importancia la explotación del carbón, tanto por las regalías que dejan en los territorios como para aquellos ciudadanos de a pie que ven en la minería una manera de obtener recursos para su sustento.
En el caso de La Jagua de Ibirico, la salida de Prodeco hace un par de años dejó estragos en la economía tanto por la pérdida de miles de empleos como para aquellas personas que se dedicaban a una economía secundaria, como el alquiler de habitaciones, venta de comida, lavado de ropa, entre otros servicios que prestaban a los empleados de dicha mina; por ello no quieren que una situación igual se presente si Drummond baja la producción y reduce empleos, por lo que si esto sucede la ciudadanía espera que exista una alternativa de empleo que les permita tener oportunidades en la transición.
Esta información de la multinacional se conoció a través de un memorándum entregado a los trabajadores, indicando que dicho ajuste en el plan de operaciones continuará hasta que mejoren las condiciones del mercado.
“En la actualidad tenemos un aumento en los inventarios de carbón en los puntos de cargue y acopio. Una parte significativa de nuestra producción prevista para lo que resta del año permanece sin vender. Si las condiciones del mercado persisten en los niveles actuales, tendremos que tomar medidas adicionales a finales de este año para optimizar las operaciones, incluyendo ajustes en los horarios de operación, como lo hemos hecho en el pasado. El mercado internacional del carbón colombiano sigue siendo complejo, con presiones sobre los precios impulsados por la fluctuación de la demanda”, se lee en el comunicado.
Añaden que siguen trabajando en estas condiciones desafiantes, mientras se esfuerzan por “mantener la eficiencia y la competitividad” para continuar sus operaciones a largo plazo. “A medida que navegamos por este período, nuestro enfoque sigue siendo operar de forma segura, eficiente y sostenible”.
Hay que indicar que Drummund tiene presencia en el Cesar desde 1995, cuando iniciaron la explotación de carbón en un área otorgada por el Gobierno nacional entre los municipios de El Paso, La Jagua de Ibirico y Chiriguaná, conocida como Mina Pribbenow o proyecto La Loma. Luego, en 2009, iniciaron la explotación de un segundo proyecto, El Descanso – Sector Norte, ubicado entre los municipios de La Jagua de Ibirico, Becerril y Agustín Codazzi, donde a lo largo de décadas han generado miles de empleos tanto de personal local como de otras regiones del país.
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El alcalde de La Jagua de Ibirico, en diálogo con EL HERALDO, sostuvo que se tiene una posición expectante en lo que pueda suceder con las minas, ya que impacta directamente a este municipio.
“Lo miramos con un poco de temor, ya que nosotros acabamos de vivir la salida repentina de Prodeco hace unos años, cuando prácticamente se perdieron alrededor de 5.000 empleos en nuestro municipio. Lo que se piensa es disminuir en este caso la producción, y por supuesto eso va directamente relacionado con el personal que se va a emplear y utilizar, entre mayor producción más personal, menor producción me imagino en este caso van a comenzar a dispensar de cierto personal, es lo que suponemos, más que todo en la parte de producción”, relató el mandatario.
Agregó que el motivo de esto es conocido y son problemas de ventas en mercados internacionales con una tendencia de disminución en el costo de la tonelada de carbón, pero también de políticas ambientales muy fuertes que aducen compañías de cierta manera, y que eso va en contra de la explotación de este mineral.
“A nosotros nos afectaría si esto llega a ocurrir porque la compañía, dentro de sus políticas, el personal que utiliza para esta explotación es de la región y hoy hablamos del corredor minero y dentro de ello La Jagua de Ibirico y otros municipios como Becerril, Codazzi, Chiriguaná y El Paso. Nos preocupa mucho la situación, sobre todo porque estamos atravesando un proceso de transición, en el cual los recursos para financiar esa transición por parte del Gobierno nacional no han sido suficientes, y ha sido retrasado, por lo cual un empleo en el sector agrícola o agrario no compensa lo que representa para una familia en el sector minero”, dijo el alcalde.
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Otra de las posiciones encontradas es la del ex alcalde de La Jagua de Ibirico y actual senador de la República, Didier Lobo Chinchilla, quien manifestó que la situación es preocupante ya que gran parte del Producto Interno Bruto del departamento sale de las regalías que deja este tipo de economía en el territorio.
“Nos preocupa mucho el comunicado que ha sacado la empresa Drummond, ya que el departamento del Cesar, prácticamente su economía y el Producto Interno Bruto, más del 50 %, se financia con recursos de regalías, nos preocupa el tema de empleabilidad que se va a frenar o reducir parcialmente. También va a afectar las regalías que Drummond le paga a la nación y por ende a los diferentes municipios del eje minero, otro porcentaje mínimo a los municipios que no son productores y también al departamento”, dijo el senador.
De igual manera, recordó lo sucedido con Prodeco, que fueron cerca de 5.000 empleos directos y más de 8.000 indirectos. “Esto afectó la economía del territorio, no solo al empleado sino toda la cadena de la economía, ojalá estos impasses puedan resolverse para el bien del departamento y el bien del país”.
En el 2024 la empresa minera Drummond finalizó con una producción de 27,6 millones de toneladas de carbón colombiano, y en términos de exportaciones la compañía logró realizar un aporte del 52 % al total de las ventas exteriores de este mineral.
Según el Departamento Nacional de Planeación, para el bienio 2023-2024, el Cesar tuvo disponibles 1,15 billones de pesos. La mayor asignación o ejecutor sigue siendo la administración departamental, con recursos provenientes del Gobierno nacional, con 842.988 millones de pesos para ese período.
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Dentro del corredor minero el municipio con mayores regalías es Becerril con más de $270.758 millones, le sigue La Jagua de Ibirico con $64.386 millones. Mientras que en el sur del departamento es San Martín, con $48.962 millones, debido a la explotación y producción de petróleo.
Comercio local en incertidumbre
En La Jagua de Ibirico existen economías locales que dependen de los trabajadores de las minas, de aquellos que residen en el municipio y los que van de paso. El anuncio que realizó Drummond no es ajeno para quienes desarrollan alguna actividad comercial, quienes están en incertidumbre ya que dicen no aguantar una situación igual o parecida a la vivida por la salida de Prodeco.
“Se vio muy afectado el comercio y no queremos que pase lo mismo, acá había muchas personas que se dedicaban a la lavandería, venta de comidas y otros servicios; sin embargo, la economía se ha ido recuperando desde hace aproximadamente dos años, en un 75 %, en temas específicos, y en términos generales en un 50 %, pero teniendo en cuenta que si hay baja producción en la mina nos terminaría dañando la recuperación que se ha logrado porque seguramente dejarán de circular muchos trabajadores, aunque no son muchos porque la mayor concentración de trabajadores está en El Paso, Chiriguaná y La Loma.
Acá todos los renglones económicos están ligados al tema de los trabajadores mineros, en tema de alimentación, de bienes y servicios, e incluso en la venta de licores”, sostuvo José Amín, vocero de los comerciantes de La Jagua de Ibirico.
Falta de voluntad política
Frente a la baja demanda que está teniendo el carbón en mercados internacionales, la Asociación Colombiana de Minería ha señalado que el mineral colombiano ha perdido competitividad.
Sostienen que el país no ha contado con una política clara que incremente la competitividad de la industria minera. Ahora, cuando el sector enfrenta mayores costos logísticos y precios internacionales más bajos, la necesidad de esta política es aún más urgente.
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“El principal problema es que Colombia carece de una política pública que respalde de manera real la competitividad del sector minero. El Gobierno nacional debe reconocer el valor estratégico del carbón y actuar consecuentemente, fomentando una política que incentive la inversión, reduzca las barreras logísticas y tributarias, y fortalezca la seguridad y el diálogo con las comunidades”, afirmó Juan Camilo Nariño, presidente de la Asociación Colombiana de Minería.
Según la Agencia Internacional de Energía, la demanda global de carbón continúa en ascenso. En 2024, el consumo alcanzó un máximo histórico de 8.771 millones de toneladas y se proyecta que siga aumentando, llegando a 8.873 millones de toneladas en 2027. Este crecimiento se concentra principalmente en los mercados asiáticos, donde Colombia tiene una participación significativa que debe proteger y fortalecer, para no perder espacio en este mercado.
“La discusión debe centrarse en cómo la minería gana competitividad y cómo las decisiones del Gobierno afectan estructuralmente al sector. Ante esta coyuntura, se requiere de un trabajo conjunto entre el Gobierno nacional y la industria, para lograr que en el corto plazo se generen políticas públicas que promuevan la competitividad y que impulsen al sector como lo que realmente es: un motor clave para el desarrollo regional y para la estabilidad económica del país”, concluyó Nariño.
Durante los últimos cinco años, la industria del carbón ha aportado cerca de 40 billones de pesos al país en impuestos y regalías, generando más de 50.000 empleos directos y 250.000 indirectos. Además, moviliza más de 8 billones de pesos anuales en compras de bienes y servicios locales, contribuyendo significativamente al desarrollo regional.