Una nueva forma de utilizar el ADN para escudriñar la historia de la humanidad está reescribiendo lo que los expertos saben de nuestros primos extintos hace miles de años, los neandertales, dijeron el lunes investigadores estadounidenses.
Estudios previos habían sugerido que cerca del final de su existencia, hace unos 40.000 años, la población neandertal no superaba los mil individuos.
Pero el nuevo estudio muestra que los neandertales probablemente formaron pequeños grupos aislados a lo largo de Europa, de acuerdo con el trabajo publicado en las Actas de la Academia Estadounidense de Ciencias (PNAS). Así, en realidad, eran globalmente mucho más numerosos.
Las pistas genéticas incluyen el ADN del Neandertal, que contiene mutaciones que generalmente ocurren en una población pequeña con poca diversidad genética.
'La idea es que existieron estas pequeñas poblaciones geográficamente aisladas, como islas, que interactuaban de vez en cuando, pero tendían a permanecer entre ellos', dice Ryan Bohlender, un investigador del Anderson Cancer Center de la Universidad de Texas, coautor del estudio.
Usando un nuevo método de análisis de la secuenciación del ADN, los investigadores hallaron que los neandertales se separaron de otro misterioso linaje, conocido como los denisovanos, alrededor de 744.000 años atrás, muchos antes de lo que se creía.
Cientos de miles de años antes de separarse, el linaje Neandertal-Denísova estaba casi extinto, con unos pocos centenares de individuos, determinaron los investigadores. Pero tras la divergencia, los neandertales experimentaron un fuerte incremento demográfico, llegando a decenas de miles, explicaron.
'Hay una rica colección de fósiles de neandertales y de muchos lugares donde dejaron vestigios', subrayó Alan Rogers, profesor de antropología en la Universidad de Utah, quien dirigió el estudio.
De acuerdo con este investigador, 'es difícil imaginar que esto hubiera sido posible si la población no superaba las mil personas en la Tierra, especialmente en Europa'.
'Nuestras estimaciones muestran la presencia de una gran población neandertal que contribuyó al patrimonio genético de los humanos modernos', sostuvo Rogers en un correo electrónico enviado a la AFP.
Este nuevo enfoque confirma las estimaciones anteriores de que los euroasiáticos de la actualidad tienen alrededor de 2% de genes neandertales en su genoma.
El análisis también revela que los neandertales y los denisovanos compartían una única mutación antes de su separación, lo que permitió fechar esta divergencia entre estas dos líneas arcaicas.
Cuello de botella
Para su estudio, los científicos utilizaron un método estadístico para reconstruir la evolución de los diferentes grupos de población --africanos y eurasiáticos modernos, neandertales y denisovanos-- basado en la frecuencia de los rasgos genéticos compartidos.
Así es posible determinar cuándo estos grupos se separaron y los tamaños de las poblaciones respectivas que han contribuido a la reserva genética.
Este último estudio también mostró un cuello de botella insospechado en la historia de los neandertales y los denisovanos, revela el profesor Rogers.
Se dice que una población ha sufrido un cuello de botella cuando ha experimentado un drástico descenso en el número de miembros y la posterior aparición de una nueva población formada por los sobrevivientes de la antigua, con características genéticas radicalmente diferentes.
El hecho de que los neandertales y los denisovanos divergieran mucho antes también sugiere que el Homo heidelbergensis, un homínido extinto, fue uno de los primeros neandertales, sostiene también Rogers.
El Homo heidelbergensis vivió en Europa entre 650.000 y 300.000 años antes de nuestra era.
Los neandertales desaparecieron de la faz de la Tierra hace 38.000 años, es decir, 2.000 años después del hombre de Denísova que vivía en Asia oriental, desde Siberia hasta el sur de Asia.