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Diane Rodríguez y Fernando Machado son pareja y a mediados del año pasado tuvieron su primer hijo.

Fernando, el papá, fue quien llevó al bebé en su vientre, y Diane, la mamá, se encargó de apoyarlo en todo el proceso y estar en la sala de parto. ¿Extraño?

La respuesta es que biológicamente el papá, de origen venezolano, nació mujer, y la mamá, de origen ecuatoriano, es biológicamente hombre. Se trata de una pareja transexual que buscó tener un hijo y lo consiguió.

Como ellos, hay cientos de casos, un tema que trató el doctor José Luis Ballescá, especialista en ginecología y jefe de andrología reproductiva en el el Hospital Universitari Clínic de Barcelona, en la XXV Reunión bienal de la Asociación latinoamericana de investigadores en reproducción humana.

La conferencia, realizada ayer en la Universidad del Norte, fue ‘Alternativas reproductivas en las nuevas parejas no convencionales’.

'El sexo viene determinado por un puzzle: el cromosómico, morfológico, genital, social, legal y el más importante, el cerebral. Por lo tanto debemos de admitir que lo que determina el sexo en una persona es su propia razón, nadie más'.

El especialista español confiesa que le impresionó ver que el 11% de los jóvenes colombianos prefería un hijo delincuente que homosexual, según cifras dadas en el evento.

'Una cosa es la identidad de género y otra cosa el sexo', afirma el galeno.

La identidad de género es el concepto que se tiene de uno mismo como ser sexual. Se basa en la forma de vivir y sentir el cuerpo, además de cómo se muestra. Este es independiente del sexo con el que se nació y de la orientación sexual.

Para Ballescá la sexualidad de los individuos determina qué tipo de familia desean formar. Ellos pueden decidir tener hijos, vivir en pareja del mismo sexo o diferente, estar solos o solas, o las parejas transexuales.

En las últimas hace hincapié debido a que 'son un drama realmente, sufren muchísimo más porque socialmente es más difícil de reconocer y aceptar'.

Es el caso de Diane y Fernando, quienes se sometieron a tratamientos hormonales pero no a cambios de sexo y por eso pudieron concebir de la manera heterosexual siendo transexuales.

'Lo mínimo es que la sociedad y clase médica los reconozca y respete', agrega el médico.

Debido a esto, considera, tienen derecho a reproducirse como ellos deseen.

Un transexual puede ser homosexual, bisexual, asexual o heterosexual.

Para la reproducción, 'depende de qué pareja tenga. Si la mujer que se ha convertido en hombre ha conservado el útero, podría ser madre', es decir, llevar en su vientre un bebé.

En el caso del hombre que se convierte en mujer 'también depende de la pareja. Si él ha conservado los espermatozoides –o no se ha sometido a cambio de sexo como Diane– y tiene una pareja mujer, es posible'. En caso que sea una pareja hombre, tendrá que acudir a un útero de alquiler.

Sexo y religión

'La sociedad moderna debe disociar el sexo de la religión', esa es la opinión del especialista en un entorno tan polarizado en este tema.

'Tenemos una cultura que nos condiciona muchas respuestas. Las religiones perder ese protagonismo dentro de la sociedad en indicarnos cómo debemos portarnos sexualmente, las parejas deben ser felices con el sexo que ellos crean deben tener', advierte el médico.

Para el médico José Luis Ballescá estas nuevas uniones ‘no convencionales’ deben tener los mismos derechos que las parejas heterosexuales.

Cuenta que la medicina reproductiva 'está creciendo de una forma exponencial'.

De lo anterior menciona que actualmente se empieza a diseñar espermatozoides artificiales, o la posibilidad del trasplante de útero, 'son otras alternativas que se podrá tener en un futuro'.

Sobre los espermatozoides artificiales, estos fueron desarrollados por un grupo de científicos de la Academia China de Ciencias.

En este caso crearon esperma de ratón en el laboratorio, y consiguieron fecundar con éxito óvulos para obtener embriones de los que obtuvieron crías sanas.

Las células obtenidas no son espermatozoides en el estado final de su desarrollo. En este caso son espermátidas, que equivale al estado inmediatamente anterior de desarrollo.

Por lo pronto la ciencia seguirá buscando nuevas alternativas reproductivas y la sociedad afrontando un proceso para aceptar las diferencias.