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Astrónomos podrían estar acercándose al descubrimiento del origen de las misteriosas y breves emisiones de radiación de gran potencia que intrigan a los científicos desde su descubrimiento en 2007, según un estudio presentado este miércoles.

Estos fenómenos llamados 'Fast Radio Bursts' (FRB), generan en una fracción de segundo una cantidad de energía equivalente a lo que produce nuestro Sol en 24 horas.

Esas señales radio-eléctricas, las más poderosas jamás captadas, aparecen de manera dispersa: las ondas de alta frecuencia llegan antes que las de baja frecuencia, lo que indica que estas radiaciones vienen desde lejos, según los astrónomos.

Los investigadores estiman que cada día se producen hasta 10.000 de esas explosiones de radiaciones, pero hasta el momento se ha percibido solo una decena.

Una sola 'FRB 121102' se repitió varias veces desde la primera vez que fue detectada con el telescopio gigante Arecibo en Puerto Rico.

Este equipo internacional de astrónomos determinó que la fuente de 'FRB 1211102', observada inicialmente en 2012 por astro-físicos de la Universidad Cornell, se sitúa a 3.000 millones de años luz de La Tierra y pasa a través de un espeso plasma magnetizado.

En consecuencia, estas explosiones 'se proyectan y distorsionan' lo que debería ayudar a determinar la fuente, explica James Cordes, profesor de astronomía de la Universidad Cornell, uno de los coautores de esta investigación publicada en la revista británica Nature y presentada el miércoles en la conferencia de la American Astronomical Society, en Washington.

Estos datos fueron obtenidos en diciembre por el telescopio Arecibo de Puerto Rico y confirmados por el observatorio 'Green Bank' en Virginia Occidental.

La explosión, proveniente de 'FRB 121102' produce una distorsión extrema, 500 veces más grande que todas las demás 'FRB' observadas esa fecha.

Los astrónomos piensan que esas emisiones de radiación se producen cerca de un agujero negro ubicado en el centro de una galaxia, o cerca de una joven estrella de neutrones. 'Esto podría ser el motor que produce las explosiones', supuso Cordes.

'Si una de estas explosiones se produce de nuestro lado de la Vía Láctea podría saturar las señales de radio de nuestros teléfonos móviles', dijo por su parte Shami Chatterjee, un astrónomo de la Universidad Cornell.