Alberto Mario Moros Marcillo tiene 20 años, disfruta cocinar, dormir, hacer ejercicio y crear. Este último verbo lo sabe aplicar muy bien a través de lo que ha aprendido en su carrera.
Es estudiante de Ingeniería Eléctrica y Electrónica de la Universidad del Norte y esta semana fue galardonado con el Premio Nacional al Inventor 2017 en la categoría juvenil.
Este premio lo otorga la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) con el objetivo de promover la innovación e incentivar a los inventores colombianos para que hagan uso del Sistema de Propiedad Industrial y, en especial, protejan sus creaciones mediante la solicitud de patentes de invención y patentes de modelo de utilidad.
Alberto consiguió el primer lugar con el Reactor magneto químico para catalización positiva de reacciones químicas y el segundo con un Conversor inductivo DC/DC.
El primero consiste en incluir en los procesos de producción de fármacos, enzimas, sustratos o de refinados del petróleo unas bobinas 'que reorganizan molecularmente la estructura de la sustancia que van a reaccionar y así se acelera el final'. Esto trae consigo que se mejora la concentración de los principios activos de los medicamentos. 'En la industria se podría producir más rápido y con mejor calidad, lo cual sería una ganancia para la empresa que lo implemente'.
El conversor, por su parte, permite elevar voltaje en equipos de audio, cargadores y en general cualquier circuito electrónico. Propone que los circuitos sean sencillos para así hacer más asequible la manufactura de ellos, lo que disminuye los costos de fabricación.
El premio lo conoció en 2014, ese año se postuló en la categoría infantil y ocupó el segundo lugar.
'Me gusta demasiado la astronomía, es como mi pasatiempo. Es tan amplia que me gustan varios temas los cuales siempre intento relacionar con mi carrera', cuenta el joven que ha ido a Chile, Perú, Argentina y otros países a representar a Colombia y su universidad.
Actualmente, se encuentra en proceso de patentar su invento ‘hidrogenerador eólico-solar para la transformación, distribución, control y generación de energía eléctrica’, el cual espera convertir en producto y comercializarlo con su emprendimiento InnElektrik.
Su sueño más grande es 'trabajar en una agencia espacial o un centro de investigación', sin embargo, planea regresar a su terruño 'para desarrollar grandes cosas'. Para él, 'Barranquilla no se cambia por nada'.