Un asteroide de entre 48 y 110 metros, de tres a seis veces más el diámetro de la roca espacial que penetró los cielo de Rusia en febrero de 2013, rozó con la Tierra este domingo y el equipo de vigilancia de la Nasa no lo detectó.
Según aseguraron, pudieron ubicarlo unas horas luego que este pasara por la Tierra a una distancia de 192.000 kilómetros, la cual es un poco menor a la mitad de la distancia que hay entre nuestro planeta y la Luna.
La enorme roca, que fue nombrada como 2018 GE3, se desplazó a una velocidad de 106.479 kilómetros por hora, lo que le permitió llegar hasta la Luna en casi dos horas.
Algunos expertos explicaron que si el 2018 GE3 hubiese entrado a la atmósfera, una gran parte de su masa se habría desintegrado por la fricción con el aire.
Sin embargo, lo que hubiera quedaba de él habría ocasionado daños considerables. Como por ejemplo en una zona del tamaño de una ciudad grande.