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Una nueva mirada a datos recogidos en 1997 sugiere que la sonda espacial Galileo de la NASA atravesó una enorme columna de vapor de agua que salía de las entrañas de la luna de Júpiter, Europa, haciendo crecer la esperanza de hallar señales de vida en otro cuerpo del Sistema Solar.

Las revelaciones, divulgadas el lunes, se produjeron después de que científicos revisaron nuevamente los desconcertantes registros de un instrumento que llevaba a bordo la nave espacial Galileo, que en 1995 se convirtió en la primera en ingresar a la órbita de un planeta gigante de gas.

Lo que encontraron fue la evidencia más directa hasta ahora de chorros que emergen de la superficie helada de Europa, informaron investigadores en la revista Nature Astronomy.

Hace mucho tiempo que se cree que Europa está cubierta por un océano salado del doble del tamaño del de nuestro planeta.

Debido a la sospecha de que bajo su superficie helada hay agua líquida y cálida, esta luna es considerada por la NASA como un 'fuerte candidato' para la existencia de vida en un cuerpo del sistema solar diferente de la Tierra.

En los últimos años, el Telescopio Espacial Hubble ha detectado evidencias de plumas en Europa, pero desde lejos, Galileo se acercó mucho más durante sus 11 sobrevuelos.

'En un pasaje particular sobre Europa, la nave espacial llegó muy, muy cerca de la superficie, a 150 kilómetros (93 millas) sobre la superficie, y fue en ese pasaje que vimos distintivos que nunca habíamos entendido', dijo en el canal de la NASA Margaret Kivelson, profesora emérita de física espacial de la Universidad de California, Los Ángeles.

Esa región estaba en un área en la que el Hubble había detectado repetidas evidencias de columnas de vapor.

Otro investigador presentó recientemente hallazgos de la colección de observaciones del Hubble, y 'eso nos llevó a darnos cuenta de que teníamos que volver atrás y mirar los datos de Galileo', dijo Xianzhe Jia, profesor asociado de la Universidad de Michigan, en Ann Arbor.

Para el nuevo estudio, expertos midieron variaciones en el campo magnético y las ondas de plasma de la luna, apoyándose en el sobrevuelo cercano de Galileo, y descubrieron que eran 'consistentes' con que la nave espacial atravesó una pluma de vapor de agua.

'Estos resultados proporcionan una fuerte evidencia independiente de la presencia de géiseres en Europa', escribieron en Nature.

El equipo reconstruyó el recorrido de la nave espacial para identificar la ubicación de la columna de vapor en la superficie de la luna.

'Estos hallazgos ayudarán a planear futuras misiones a Europa, tales como la Europa Clipper de la NASA y la Jupiter Icy Moons Explorer de la ESA, ambas previstas para que alcancen Júpiter entre finales de la década de 2020 y principios de la década de 2030', dijo Nature.

Persisten las preguntas

Anteriormente, la NASA había informado en dos oportunidades de evidencia desde su Telescopio Espacial Hubble de la existencia de columnas de agua en la luna Europa, aunque esta interpretación ha sido objeto de mucho debate.

Y continúa habiendo muchas preguntas sobre lo que contienen estas columnas y si podría involucrar alguna forma de vida.

Elizabeth Turtle, científica investigadora del Laboratorio de Física Aplicada Johns Hopkins en Laurel, Maryland, dijo que el subsuelo oceánico 'es probablemente la parte más habitable de Europa porque es más cálida y está protegida de la radiación ambiental por la capa de hielo'.

Y si las plumas brotan como géiseres, 'puede haber formas de que ese material del océano emerja a través de la capa de hielo y eso quiere decir que podríamos ser capaces de tomar muestras de él', agregó.

La NASA se refirió al informe como 'buenas noticias' para su misión no tripulada Europa Clipper, un esfuerzo de 8.000 millones de dólares en proceso de lanzarse en junio de 2022 que tiene prevista una serie de sobrevuelos a baja altura de Europa en los que podría recoger muestras del líquido helado y partículas de polvo.

'Parece haber ahora muchas líneas de evidencia como para desestimar las plumas en Europa', dijo Robert Pappalardo, científico del proyecto Europa Clipper del Jet Propulsion Laboratory de la NASA en Pasadena, California.

'Si existen plumas, y podemos tomar muestras directamente de lo que viene del interior de Europa, entonces podremos saber más fácilmente si tiene los ingredientes para la vida', dijo en un comunicado.

Galileo se lanzó en 1989 para examinar el quinto planeta más cercano al Sol. Antes de finalizar su misión en 2003 dejándose caer planeadamente en la atmósfera de Júpiter, Galileo reportó los primeros datos que sugirieron la existencia de un océano de agua líquida debajo de la superficie de su luna, Europa.