La Nasa explicó este lunes que el volcán de Fuego que hizo erupción el domingo ocasionando la muerte de al menos 65 personas, es uno de los más activos de América Central que durante años ha soplado grandes columnas de cenizas, flujos de lava y deslizamientos de escombros similares a avalanchas conocidas como flujos piroclásticos.
El centro de observatorio espacial detectó la erupción de Fuego el domingo antes de mediodía cuando se produjo una explosión que envió cientos de cenizas al aire, fragmentos de rocas y gases calientes que se precipitaron por los barrancos a los lados del volcán.
Estos flujos, que a menudo se mueven a velocidades superiores a 80 kilómetros por hora, fácilmente pueden derribar árboles, casas o cualquier elemento que encuentre en su camino.
Según las imágenes captadas por los satélites, las cenizas lograron depositarse en varias comunidades aledañas al volcán, incluida la ciudad de Guatemala, que se encuentra a 70 kilómetros al este.
El observatorio, afirmó que además de cenizas, en el aire se encuentras componentes gaseosos invisibles para la vista humana, además del dióxido de azufre.
Esta mezcla puede afectar la salud de las personas irritando la nariz y la garganta cuando se respira, y reacciona con el vapor de agua para producir lluvia ácida.
También puede producir partículas que contribuye al brote de neblina y en algunos casos enfriar el clima.
La Nasa aseguró que los sensores satelitales se encuentran realizando monitoreos frecuentes para determinar qué tan concentrado se encuentra el azufre en el ambiente.
Según los datos recopilados, la carga de dióxido de azufre de la erupción de Fuego parecía ser la más alta detectada a lo largo de la historia de la actividad volcánica de Fuego.