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Un mensaje del astrofísico británico Stephen Hawking fue transmitido este viernes hasta el agujero negro más cercano a la Tierra durante el entierro de sus cenizas, junto a la tumba de Isaac Newton, en la abadía de Westminster de Londres.

La composición con su famosa voz sintetizada y especialmente escrita para la ocasión fue transmitida al espacio desde una antena de la Estación de Cebreros, en el centro de España, por la Agencia Espacial Europea. 

'Es un gesto hermoso y simbólico que crea un vínculo entre la presencia de nuestro padre en este planeta, su deseo de ir al espacio y la exploración del universo en su mente', dijo su hija Lucy Hawking. 

Isaac Newton, el descubridor de la ley de la gravedad, fue enterrado en el gran templo londinense en 1727. Charles Darwin, el padre de la teoría de la evolución, fue sepultado detrás de Newton en 1882.

La última gran personalidad en ser enterrada en la abadía fue el actor Laurence Olivier, en 1989. Los últimos científicos cuyos restos ingresaron en el panteón fueron los físicos atómicos Ernest Rutherford, en 1937, y Joseph John Thomson, en 1940. 

El premio Nobel de física 2017, Kip Thorne, que trabajó con Hawking, el astronauta británico Tim Peake, el astrónomo Martin Rees, o el actor Benedict Cumberbatch, que interpretó al astrofísico en una película de televisión, pronunciaron discursos en la ceremonia. 

Entre los asistentes estaban además el músico estadounidense Nile Rodgers y el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn.

 'Tan importante como Newton'

'La contribución de Stephen Hawking a la ciencia es tan importante como la de Isaac Newton u otras personas con las que está enterrado', dijo a la AFP Deborah Trevino, una estadounidense de 65 años que vino de Las Vegas para asistir al entierro. 'Fue una persona extraordinaria', sentenció.

Alrededor de 1.000 miembros del público de más de 100 países asistieron al servicio, tras concurrir a un sorteo en el que participaron 25.000. 

Los interesados tenían que dar su fecha de nacimiento, y los más agudos se dieron cuenta de que podían introducir cualquier día hasta el 31 de diciembre de 2038, abriendo la puerta a que lleguen invitados del futuro. 

El mensaje de Hawking fue transmitido hacia 'el agujero negro más cercano, 1A 0620-00, en un sistema binario con una estrella enana naranja bastante ordinaria', dijo la hija de Hawking.

Ese sistema se encuentra a casi 3.500 años luz de la tierra, el tiempo que en tardará en llegar el mensaje. 

'Es un mensaje de paz y esperanza, sobre la unidad y la necesidad de que vivamos juntos en armonía en este planeta'. 

Hawking, que capturó la imaginación de millones de personas en todo el mundo, murió el 14 de marzo a los 76 años. 

Impulsado al estrellato por su libro de 1988 'Una breve historia del tiempo', que tuvo un inesperado éxito de ventas, el genio de Hawking conquistó admiradores mucho más allá del complicado mundo de la astrofísica. 

Fuente de inspiración

Su muerte dio pie a una lluvia de homenajes, de la reina Isabel II a la NASA, que reflejaban su impacto como científico pero también como faro de esperanza para las personas afectadas por enfermedades degenerativas. 

El servicio del viernes, al que asistieron  familiares, amigos y colegas, celebró no sólo sus logros como científico, sino también su carácter y resistencia a la devastadora enfermedad. 

'Estamos muy agradecidos a la abadía de Westminster por ofrecernos el privilegio de celebrar un servicio de acción de gracias a la extraordinaria vida de nuestro padre, y por haberle dado un distinguido lugar de reposo final', dijeron sus hijos Lucy, Robert y Tim. 

Tres jóvenes que utilizan dispositivos de comunicación electrónica para hablar, al igual que Hawking, también estuvieron en la ceremonia de Westminster.

'Me inspiró a ser lo mejor que pueda ser y a no dejar que nada, incluyendo mi discapacidad, me detengan', dijo Jason Felce, de 20 años, que controla su equipo con el movimiento de los ojos. 

La estudiante de teatro Rose Brown, de 20 años, fue atropellada por un conductor borracho en 2009. 'Voy a ser actriz. Todo el que pone su mente al servicio de algo, lo consigue. Stephen Hawking lo demostró más que nadie', dijo. 

La abadía de Westminster abrió al público sin cargo después del servicio para que la gente pueda presentar sus respetos ante su tumba.