Nació en California, pero su raíz puertorriqueña lo acompaña a todos lados, incluso fuera de la Tierra. Tiene 51 años y 306 días en el espacio en tres vuelos. Joseph Acaba, de padres boricuas, es un astronauta de la Nasa que hace poco regresó de la Estación Espacial Internacional.
Habla 'un poquito' de español, confiesa al empezar la llamada con EL HERALDO desde Houston, Texas, donde reside. 'Bienvenidos a Estados Unidos', agrega.
Es geólogo y fue parte de la reserva del Cuerpo de Marina de Estados Unidos. Además, enseñó ciencias y matemáticas en escuelas secundarias. Fue seleccionado como especialista de misiones por la Nasa en mayo de 2004 y en febrero de 2006 completó la capacitación de candidatos a astronautas.
Su sueño empezó siendo niño, viendo y leyendo ciencia ficción. Cada película de la llegada del hombre a la Luna lo emocionaba más. Allí comenzó lo que ahora va en tres viajes espaciales.
Su primer vuelo fue con la misión STS-119 del 15 de marzo al 28 de marzo de 2009. El segundo fue la expedición 31/32, del 15 de mayo al 17 de septiembre de 2012. Partió de Baikonur, en Kazajstán, y estuvo en la Estación como ingeniero de vuelo. Su más reciente viaje fue la expedición 53/54, que fue del 13 de septiembre de 2017 al 28 de febrero de 2018 a bordo de la nave espacial Soyuz y se desempeñó como ingeniero de vuelo.
Justo antes de esa última misión la naturaleza puso a prueba a ‘Joe’, como es conocido el geólogo. El huracán Harvey azotó su ciudad y destrozó su casa. Un momento duro antes del despegue que sus compañeros le ayudaron a sortear. Luego, ya estando en el Espacio, fue el huracán María el que le dio una nueva noticia desde Tierra, exactamente desde el país de sus padres, Ralph y Elsie.
'Pensando y orando por todas las familias y amigos en Puerto Rico. Manténgase fuertes y seguros boricuas. Cuídense', escribió en su cuenta en Twitter junto a una imagen con la bandera de Puerto Rico.
Confiesa amar el béisbol. Lo disfruta, juega y asiste a los partidos desde que era pequeño. Así como goza cada caminata espacial y se siente orgulloso al decir que tiene total apoyo de familiares y amigos.
Asegura que aunque Puerto Rico no lo vio nacer lleva su bandera a cada viaje como parte de 'la raíz'. Las parrandas que suenan en la isla para la época navideña también sonaron en el Espacio el año pasado.
La llamada desde Barranquilla incluye un mensaje para los jóvenes que buscan hacerse camino en la ciencia, también para que nadie deje de soñar. Pero lo que más reflexiona Acaba es cómo desde lejos se ve la fragilidad del ser humano y lo importante que es 'trabajar todos juntos sin mirar nuestras diferencias'.