Cuando la canadiense Donna Strickland recibió una llamada desde Suecia para comunicarle que había ganado el Nobel de Física, no daba crédito: es solo la tercera mujer del palmarés en más de un siglo.
Esta profesora de la universidad de Waterloo, en Canadá, se alzó el martes con una de las recompensas científicas más prestigiosas, gracias a su investigación sobre el láser junto a otros dos colegas masculinos.
El jurado sueco otorgó 112 premios desde 1901, consagrando solo a una mujer casi cada medio siglo en esta disciplina: la francesa Marie Curie en 1903 (asimismo Nobel de Química en 1911), la alemana-estadounidense Maria Goeppert-Mayer en 1963 y ahora Strickland.
Su hito supera incluso al de la estadounidense Frances H. Arnold, que este miércoles se convirtió en la quinta mujer recompensada con el Nobel de Química por haber utilizado junto a dos colegas masculinos los principios de la evolución para desarrollar proteínas capaces de fabricar desde biocombustibles hasta medicamentos.
'¿Solo tres, de verdad?' inquirió Strickland el martes dirigéndose a la Academia Real de Ciencias de Suecia. 'Creía que podía haber más'.