A 126 millones de kilómetros de la Tierra, solo en la inmensidad roja y fría de Marte, un robot del tamaño de un pequeño 4x4 se pone en marcha poco después del amanecer. Como todos los días durante seis años, espera sus instrucciones.
Alrededor de las 9:30, hora de Marte, llega el mensaje que sale de California un cuarto de hora antes: 'Avance de 10 metros, gira a 45 grados y continúa de forma autónoma hasta ese punto'.
'Curiosity', como se lo denomina, se desplaza lentamente, entre 35 y 110 metros por hora, no más. Las baterías y otras limitaciones explican su recorrido diario de unos cien metros, llegando a un récord de 220 metros.
Una vez allí, las 17 cámaras del robot fotografían los alrededores. Su láser se burla de las rocas. Ante una piedra particularmente atractiva, se detiene para tomar una muestra de unos pocos gramos.
Alrededor de las 17H00 hora local, el robot esperará el paso de uno de los tres satélites de la NASA que orbitan alrededor de Marte para entregar su informe: varios cientos de megabits, luego transmitidos a las principales antenas terrestres de sus jefes humanos.