'Todo comienza en el 2002', así, como si de un cuento se tratara, el científico barranquillero Jean Paul Delgado narra su pasión por la biología y la regeneración.
Se graduó en el colegio Biffi La Salle, intentó estudiar Medicina en la Universidad del Norte, porque en aquél momento 'cuando decías que eras bueno para la biología te asociaban con médico'. Él quería hacer ciencia y tenía una 'obsesión' con la ingeniería genética, entonces decidió inscribirse en la Universidad de Antioquia en Biología.
'Desde niño tuve una obsesión con lo natural, con las cosas vivas, los animales y las plantas', recuerda.
Hizo en París una maestría en microcirugía experimental, luego estudió el doctorado de biología molecular en células madre para medicina regenerativa. El problema surgió al terminar este último. 'Aprendí que nosotros no vamos a regenerar fácilmente. Los mamíferos no nos regeneramos, sino que reparamos', dice.
Entonces, en el 2006 se fue a hacer un postdoctorado en Londres con la autoridad mundial de salamandras, el doctor Jeremy Brockes. Allí trabajó cuatro años. Posterior a eso se vinculó a la Universidad de Antioquia en 2011 con el modelo de salamandras.
¿Por qué tratar de hacer regenerar a humanos —que no lo hacen— si podemos estudiar cómo las salamandras lo hacen totalmente?, esa fue la idea. Ya no era hacer medicina regenerativa, sino biología regenerativa.
'Es decir, no ver el proceso como una patología o enfermedad, sino ver cómo algunos organismos lo hacen en situaciones naturales. El reto mío fue establecer el programa de investigación que es único en Latinoamérica', cuenta.
Ahí comenzó la investigación. Empezó al ganarse un proyecto de Colciencias con su grupo de investigación en 2012, eso sirvió de financiación para conocer a fondo las salamandras desde 2013 hasta 2017.
Colombianas
Lo que hicieron fue caracterizar cómo regeneraban las salamandras colombianas de la familia plethodontidae. ¿Por qué colombianas?
'Cuando nacen no tiene estadio larval, nace como nosotros, como una salamandra bebé y crece. Mientras que las europeas y norteamericanas –las que más se han estudiado– tienen estadios larvales. Entonces surge la pregunta de si la regeneración es un proceso intrínseco de un adulto que regenera o es una recapitulación del desarrollo embrionario. Por eso la hipótesis de que si fuéramos a hacerlo, sería como las salamandras colombianas'.
Se trata de un trabajo innovador, dice, agregando que se da con el apoyo de laboratorios de otros países.
Finalmente lo que el trabajo determinó fue la caracterización del proceso de regeneración y la secuenciación de todos los genes del proceso regenerativo mediante la técnica de secuenciamiento masivo de nueva generación.
'La idea es que puedes secuenciar todos los genes y al hacerlo tienes todas las proteínas. Se puede ver cómo se regulan y los genes se prenden y apagan a medida que la extremidad amputada regeneraba nuevamente', explica .
Dice con orgullo que este 'es un trabajo único en el planeta', siendo los primeros en hacer el secuenciamiento masivo y caracterizaron el proceso regenerativo encontrando más de 600 genes que se prenden y apagan durante la fase de regeneración. 'De eso se crearon las bases de datos y se liberó bajo la figura de libre acceso'.
La idea es hacer análisis comparativos porque la pregunta que surge es si estos animales regeneran porque ellos quieren y tienen un atributo que evolutivamente nosotros teníamos y lo perdimos, o nosotros nunca lo tuvimos y fueron esos organismos los que puntualmente lo evolucionaron.
'En nuestra secuenciación comparamos con seis especies que trabajan los norteamericanos y europeos. Nos dimos cuenta de que hay un grupo de genes que se han conservado aproximadamente en los últimos 180 millones de años', agrega.
Si bien hay cosas conservadas que son muy comunes, hay pequeñas diferencias y esa es la importancia del trabajo que realizaron. 'La contribución a nivel mundial es permitirle a otros laboratorios decirles que hay otro modelo que regenera y aquí está secuenciado y permita ponerse a trabajar'.
Dejar de trabajar
La biología del siglo XXI es la molecular. Todo se basa en eso, asegura.
'La tristeza que hay es que me va a tocar dejar de trabajar con biodiversidad colombiana porque hay una persecución del Estado contra los biólogos moleculares del país. La mayoría de científicos de aquí se quejan de que no hay plata, otros se quejan de que tienen que pedir permiso. Yo me quejo de que algunos somos vulnerados porque debo firmar un contrato de acceso a recursos genéticos, hacerlo o no es igual, uno va a terminar sancionado', explica el barranquillero.
Además, asegura que en los próximos 10 años 'habrá un retroceso a través de ciencias moleculares en la biodiversidad colombiana'.
Cáncer
La importancia de trabajar con salamandras no solamente es regenerar, cuenta. 'Siempre he insistido que Colombia es un país en el que tristemente por el conflicto interno dejó miles de amputados por las minas, si hace parte de ese problema, debería también ser parte de la solución. No tenemos que esperar que los norteamericanos o europeos descubran una solución a la regeneración de extremidades si aquí pudimos hacer ciencia de alto impacto'.
Estas salamandras también guardan una clave en la lucha contra el cáncer. Ellas son resistentes al cáncer y muchos de los genes que usan para regenerar, nosotros lo usamos de forma opuesta: para desarrollar y potencializar el cáncer. 'Nosotros no regeneramos y nos da cáncer, ellas lo hacen y no les da', una conclusión que a largo plazo podría aportar en la lucha contra esta enfermedad.
'Algo más romántico y raya en la ciencia ficción es que las salamandras no envejecen, viven jóvenes siempre. Hay una triangulación entre regeneración, cáncer y envejecimiento'.
Hay muchas cosas por saber sobre las salamandras, conocimientos que serían trasladados a nosotros los humanos. Sin embargo, aquellas películas en las que los superhéroes recuperan sus extremidades o incluso se hacen inmortales, han creado mitos que producen temor en la sociedad. De eso también es consciente Delgado.
'Nosotros además de fuertes en ciencia, lo somos en el área de bioética. El Gobierno y las instituciones saben que se están haciendo las investigaciones. Uno no le va a inyectar genes de salamandra a un hombre, eso es Hollywood, es un mito. Una combinación del imaginario colectivo y el cine'.
El mensaje que siempre entrega es que es obligación de los científicos, e incluso de la humanidad, conocer y entender cómo funciona la naturaleza. 'Tengo un compromiso en saber cómo la salamandra regenera, no soy médico sino biólogo, ya después que la sociedad decida si quiere regenerar o no'.
'No se puede olvidar que la empresa más grande que la humanidad ha emprendido en toda su historia es la del conocimiento. Salimos de las cavernas a llegar a la Luna y eso es gracias al conocimiento. La sociedad tiene que confiar en sus científicos. Los países ricos lo son porque han hecho ciencia y la sociedad confía en ellos para resolver los problemas, no para traerlos', finaliza el científico que sueña con continuar sus trabajos con biodiversidad colombiana y construir una nueva generación interesada en hacer ciencia pura y dura en el país.