La Nasa anunció que su vehículo explorador Curiosity había detectado nuevamente metano en Marte, un gas que puede ser emitido por microbios pero también por las interacciones entre las rocas y el agua.
El minilaboratorio químico que tiene el Curiosity, denominado SAM, encontró una concentración de metano de 21 partes por mil millones de unidades, dijo el domingo la agencia espacial en un comunicado, lo que representa un 'resultado sorprendente'.
'Con las mediciones actuales, no tenemos manera de decir si el metano es de origen biológico o geológico, o antiguo o moderno', sostuvo Paul Mahaffy, principal investigador de la NASA para el SAM.
La cuestión del metano fascina a los científicos del espacio porque su presencia puede indicar un signo de vida.
Curiosity, que se desplaza sobre Marte desde 2012, ya ha detectado metano varias veces. La sonda espacial europea Mars Express, en órbita marciana desde 2003, fue la primera en hacerlo. Pero nunca en ese nivel, aproximadamente tres veces más alto de lo que se había registrado hasta ahora.
Sigue habiendo un misterio que los científicos aún no han podido resolver: la sonda europea Trace Gas Orbiter (orbitador de traza de gas), lanzada en 2016 con instrumentos más sofisticados, todavía no ha detectado nada.
'Combinar las observaciones realizadas desde la superficie y en órbita podría ayudar a los científicos a localizar las fuentes de gas en el planeta y comprender cuánto tiempo permanece en la atmósfera marciana. Esto podría explicar por qué las observaciones de metano de la Trace Gas Orbiter y del Curiosity difieren tanto', concluye la NASA.