Compartir:

Polonia se ha convertido en la primera potencia europea en la conservación de células madre, claves para una terapia que puede curar leucemias pero que tal vez genera expectativas exageradas. Su almacenamiento se ha convertido en una industria pujante que mueve miles de millones de dólares.

Sumergidas en vapor de nitrógeno líquido a -175 grados Celsius, cientos de miles de células madre de toda Europa duermen en enormes barriles de acero a las afueras de Varsovia.

Presentes en la sangre del cordón umbilical de los recién nacidos, estas células, que se extraen en el momento del parto, pueden ayudar a curar enfermedades graves como los linfomas y la leucemia, males de origen genético y problemas del sistema inmunitario.

En Polonia, un país con fuerte tradición católica, no está previsto recurrir a las células madre del embrión ya que su uso provocaría un fuerte debate ético. 

Después de la quiebra de la empresa suiza Cryo-Save, el banco de sangre del cordón umbilical polaco PBKM/FamiCord se ha convertido en el número uno en Europa y en el quinto del mundo, por detrás de dos firmas estadounidenses, una china y otra con sede en Singapur, según sus dirigentes.

Desde el primer transplante de sangre del cordón umbilical realizado en Francia en 1988, el sector se ha desarrollado mucho y crea grandes expectativas.

Un seguro de salud

Teresa Przeborowska, madre de Michal, de 9 años, lo tiene claro. Cuando el niño tenía 5 años y medio -cuenta esta empresaria del noreste de Polonia- fue diagnosticado con leucemia linfoblástica. Necesitaba un trasplante de médula ósea.

La donante más compatible era su hermana pequeña Magdalena. Cuando nació, sus padres depositaron una bolsa de sangre del cordón umbilical en el PBKM. No fue suficiente para Michal -lo sería para un bebé de nueve meses- pero completó la extracción de médula ósea. 

'El resultado es que Michal ahora es un niño en plena forma, tanto intelectual como físicamente', asegura su madre. 

El transplante de sangre del cordón se ha convertido en una alternativa al transplante de médula ósea cuando no hay donante compatible.

Las células madre del cordón umbilical son como las de la médula ósea, capaces de reproducir todas las células de la sangre: glóbulos rojos, plaquetas y células del sistema inmunitario. Cuando se van a usar se concentran y se inyectan. Una vez dentro del organismo producen nuevos glóbulos blancos, rojos y plaquetas.

En el laboratorio de PBKM 'cada depósito contiene unas 10.000 bolsas de sangre'. 'Esperan en lugar seguro a poder ser utilizadas en el futuro', afirma a la AFP el jefe de esta unidad, Krzysztof Machaj.

Para las familias que han pagado cientos de euros para que la sangre extraída del cordón umbilical de sus recién nacidos se conserve durante 20 años, es una especie de seguro de salud, la promesa de un tratamiento más rápido y eficaz en el caso de que lo necesiten. 

Pero algunos científicos son escépticos. Como el hematólogo Wieslaw Jedrzejczak, un pionero en el trasplante de médula ósea en Polonia.

Productos de belleza

Este experto califica a los promotores de estas terapias de 'vendedores de esperanza' que 'hacen promesas cuya realización es imposible en el futuro cercano o bien imposible por razones biológicas'. Los compara con los fabricantes de productos de belleza que 'prometen que su crema rejuvenecerá 20 años' a quien la use. 

Numerosas investigaciones apuntan que estas células madres podrían usarse para tratar otras enfermedades, fundamentalmente nerviosas, pero las investigaciones no son concluyentes por el momento, advierte la red de científicos EuroStemCell.

'Existe una lista de 80 enfermedades para las que las células madre podrían ser eficaces, pero en el punto en el que se encuentra la medicina actualmente, son solo eficaces para una decena de ellas, como la leucemia o la parálisis cerebral', apunta el hematólogo estadounidense Roger Mrowiec, director del laboratorio clínico del programa de sangre del cordón umbilical Vitalant, en Nueva Jersey. 

'No es exacto, como leemos a veces, que ya se puedan usar contra la enfermedad de Parkinson, el Alzheimer o la diabetes', agrega. 

En la misma línea, EuroStemCell advierte contra los bancos de sangre privados que 'hacen publicidad entre las familias para que paguen por congelar la sangre del cordón umbilical de sus hijos'.

'Los estudios muestran que es muy poco probable que la sangre del cordón sea usada', afirma.

Algunos países, como Francia y Bélgica, son muy prudentes en este tema y prohíben el almacenamiento de sangre del cordón umbilical para fines personales, al contrario de la mayoría de países europeos.

Furor europeo

Cryo-Save experimentó un rápido crecimiento a principios de siglo y muchos suizos, italianos, españoles, húngaros o griegos depositaron allí muestras de sangre del cordón umbilical de sus bebés.

Pero la compañía suiza tuvo que cerrar a principios de 2019 y sus clientes se asustaron: ¿a dónde irían a parar las células madre con las que contaban en caso de enfermedad? 

La compañía suiza tenía un acuerdo para casos de urgencia con PBKM. Este último, fundado en 2002 por dos socios con dos millones de zlotys (alrededor de 450.000 euros, 498.000 dólares), también ha crecido rápidamente: el grupo FamiCord, que controla, tiene alrededor del 35% del mercado europeo (recursos Cryo-Save no incluidos). 

En los últimos 15 meses, otros inversores se han unido a ellos con una contribución de 63 millones de euros (69 millones de dólares), según su presidente Jakub Baran.

Pero la sociedad no escapa a la polémica: el semanario Polityka publicó en diciembre una investigación sobre varias clínicas privadas que proponen terapias costosas con células madre conservadas por PBKM, unos tratamientos autorizados pero nuevamente cuestionados por varios investigadores.