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La misión Swarm de la Agencia Espacial Europea (ESA) detectó que entre África y América del Sur hay una zona de intensidad magnética reducida.

Según la organización, esta situación está llevando a que satélites y otros objetos lanzados por el hombre desde la Tierra presenten fallas técnicas cuando pasan por dicha zona.

Para confirmar este hallazgo, la ESA utilizó magnetómetros y sensores de campo eléctrico, estas herramientas se encuentran instaladas a bordo de tres satélites que buscan recoger información.

Esta anomalía está siendo estudiada desde el 2013 por Swarm Data e Innovation and Science Cluster (Disc).

De acuerdo con Jürgen Matza, científico del Centro de Investigación de Geociencias de Alemania, este nuevo mínimo oriental de lo que se conoce como Anomalía del Atlántico Sur ha venido apareciendo en las últimas cuatro décadas y en los recientes años se ha estado desarrollando 'vigorosamente'.

Según Matza, el reto al que se ven enfrentados en la actualidad es el de entender porque se generan estos cambios desde el núcleo de la Tierra.

Los expertos explican que en los últimos 200 años el campo magnético de la tierra ha perdido el 9% de su intensidad, pero ahora hay una debilidad mayor entre África y América del Sur.

Los investigadores hallaron que entre 1970 y 2020 la fortaleza de esta región se ha reducido de 24.000 nanoteslas a 22.000. Según los científicos, lo que llama la atención es que la anomalía ha crecido y se ha movilizado hacia el oeste a un ritmo cercano de 12 millas por hora.

La ESA ha indicado que a pesar de estos hallazgos no hay nada que alarmarse pues esta disminución de intensidad en el Atlántico Sur está dentro de lo que considera niveles normales de fluctuaciones.

De la teoría de reversión de los polos, los expertos aclaran que esto sucederá durante varios miles de años y es 'poco probable que el campo desaparezca completamente'.

Se tiene registro de que la última vez que se invirtieron los polos fue hace 780 mil años.