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El nombre de ‘tormenta geomagnética’ suele asustar un poco, debido a que es un fenómeno que surge de una explosión en la superficie solar. Resumidamente, se da por una erupción de energía derivada del cruce de líneas del campo magnético del Sol.

Las llamaradas de la explosión generan una radiación que llega hasta la Tierra. Expertos indican que este evento podrá presentar un aumento de auroras boreales.

El National Weather Service (NWS) de Estados Unidos inició una vigilancia a las tormentas geomagnéticas que se esperan para los dos primeros días de septiembre.

El propósito de este proyecto es notificar sobre cualquier actividad meteorológica inusual que se dé en el espacio. De hecho, el pasado 31 de agosto el sistema de vigilancia lanzó un aviso de posibles tormentas geomagnéticas de nivel bajo y moderado para los días 1 y 2 de septiembre.

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De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos, el 28 de agosto se registraron dos erupciones en la corona solar o CME (Coronal Mass Ejection) con una emisión significativa de plasma y campo magnético, que posiblemente podrían llegar a la Tierra los dos primeros días de septiembre.

Según el informe que pronunció el ente, la radiación emitida por este fenómeno podía interferir en las comunicaciones. Además, recalcaron que la emisión no cuenta con la fortaleza suficiente para causar daños en la tierra, 'solamente se espera una aurora boreal especialmente brillante'.

¿Cuáles son los niveles de la tormenta geomagnética?

Las tormentas geomagnéticas están clasificadas en cinco niveles de intensidad. Las catalogadas como G1 y G2 suelen ser las más suaves.

Sin embargo, un fenómeno de nivel G5 de este tipo podría llegar a causar daños significativos como un apagón de energía o dejar sin internet a todo el mundo, debido a que afectaría los cables submarinos y la red satelital.