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El magnate tecnológico y filántropo Bill Gates continúa su cruzada contra el cambio climático, ahora con un innovador proyecto que busca desarrollar una mantequilla artificial a partir de dióxido de carbono (CO₂). Este proyecto se enmarca dentro de una serie de iniciativas impulsadas por Gates para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

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Gates, conocido por su inversión en tecnologías sostenibles, ha centrado gran parte de sus esfuerzos en abordar las emisiones de metano producidas por el ganado. Un ejemplo destacado es su inversión en Rumin8, una empresa australiana que ha desarrollado un aditivo para el agua que reduce los eructos de metano en las vacas.

Esta empresa, respaldada por Breakthrough Energy Ventures (BEV), entidad fundada por Gates, ha logrado recaudar 12 millones de dólares australianos (7,7 millones de euros) para llevar a cabo pruebas comerciales en varios países, incluidos Australia, Nueva Zelanda, Brasil y Estados Unidos.

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La producción de carne también está bajo la lupa del fundador de Microsoft. Gates ha invertido en Impossible Foods, una empresa pionera en la producción de carne de laboratorio. Junto a otros inversores, Gates ha aportado 75 millones de dólares a esta compañía, que busca reducir el impacto ambiental del consumo de carne mediante la creación de alternativas basadas en plantas.

Recientemente, en su blog personal, GatesNotes, el filántropo ha discutido la importancia de encontrar sustitutos sostenibles para las grasas y aceites animales y vegetales. Según Gates, la producción de estos ingredientes representa el siete por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Por ello, plantea la necesidad de desarrollar nuevas formas de generar las mismas moléculas de grasa sin recurrir a animales ni plantas, eliminando así las emisiones asociadas y el sufrimiento animal.

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Una de las soluciones propuestas por Gates es la producción de alimentos a partir del aire, específicamente utilizando carbono. En colaboración con la empresa Savor, en la que tiene inversiones, Gates está explorando la creación de mantequilla artificial a partir de CO₂ y agua.

El proceso implica tomar dióxido de carbono del aire e hidrógeno del agua, calentarlos y oxidarlos para separar los ácidos grasos, y luego formular la grasa. Este método permite obtener moléculas de grasa idénticas a las presentes en la leche, el queso y la carne, sin la necesidad de animales ni plantas.

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Gates ha probado personalmente la mantequilla creada por Savor y ha compartido su experiencia en su blog. En un video, se le puede ver degustando la mantequilla y expresando su sorpresa por lo realista que es el sabor.

'Dime que esto no es mantequilla', comenta Gates, destacando que no podía creer que no estaba comiendo mantequilla de verdad. También probó una hamburguesa elaborada con esta grasa artificial, alabando su similitud con la carne real.

Savor asegura que sus productos, elaborados a partir de carbono, son deliciosos y versátiles. La empresa destaca que estas grasas son una alternativa eficiente y menos contaminante a las grasas tradicionales, sin implicar sufrimiento animal, deforestación o el uso de productos químicos peligrosos.

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Además, subrayan que sus productos son grasas reales, no sustitutos, y contienen todas las calorías necesarias para conservar el sabor sin comprometer el rendimiento, el impacto ambiental o el precio.

El desafío ahora, según Gates, es reducir los costos de producción para que estos productos sean asequibles para las masas. La meta es que las alternativas como las de Savor puedan competir en precio con las grasas animales tradicionales.

Otra área de interés para Gates es el reemplazo del aceite de palma, una grasa vegetal ampliamente utilizada que tiene un impacto significativo en la deforestación. Gates ha invertido en una empresa que fabrica un sustituto más sostenible mediante fermentación, eliminando así la necesidad de plantaciones de palma.