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Desde este hoy, en seis ciudades del país se estrenará la película del director colombiano Carlos Osuna, ‘Sin mover los labios’, con una historia cargada de perversidad y un ligero odio social.

Colombia se encuentra entre los países más religiosos del mundo y los que más ‘likes’ da en publicaciones de Facebook para que Jesús haga el milagrito y le done órganos a huérfanos en África. A la vez, uno de los más violentos, en una esquizofrenia de la cultura, donde el que peca, reza y manda cadenas de oraciones por WhatsApp, la empata.

De los mismos realizadores de ‘Gordo, calvo y bajito’, que no tuvo una buena acogida en la taquilla pero sí fue seleccionada en una decena de festivales internacionales, vuelven con un protagonista que es un perfecto antigalán, un ventrílocuo que vocaliza perfectamente moviendo toda su boca, eternamente aburrido y desinteresado por su propia vida, incapaz de establecer relaciones interpersonales a no ser por la enfermiza que tiene con su mamá y la tediosa que tiene con su novia, y totalmente inexpresivo, a pesar de que su vida la envuelven situaciones extrañas y perturbadoras.

Carlos es un tipo totalmente dual y contradictorio, de ahí que su misma ‘profesión’ exprese esto: un muñeco lindo y amable en el exterior que en su interior convive con mil demonios. Y además, todas las situaciones de su vida se mueven entre los extremos, deambula entre el prostíbulo y la iglesia, siempre está acompañado por sus muñecos, cuando debe trabajar no puede parar de hablar, pero en su normalidad, su mamá se hace la muerta a ver si así logra sacarle una palabra. Carlos es tan esquizofrénico como la sociedad en la que vive.

El antropólogo bogotano Giancarlo Chiappe le da vida a este perdedor. Entró en contacto con los realizadores como compañero de universidad de Juan Mauricio y más adelante, participó en un cortometraje de Osuna, pues éste buscaba como actor a un antropólogo que se estuviera quedando calvo.

Carlos pasa su tiempo libre viendo telenovelas baratas en compañía de su posesiva madre (Consuelo Luzardo) y su aburrida novia (Marcela Benjumea). En las noches se presenta en el bar de su mejor amigo (Álvaro Bayona) donde para sobrellevar su aburrida vida busca algo de diversión en la cocaína y las prostitutas gordas.

Su madre muere súbitamente y Carlos intenta deshacerse de su pasado pero en este viaje se perderá a sí mismo en un delirio surreal que lo llevará a convertirse en un hombre pollo.

Trailer oficial