Compartir:

El expresidente Álvaro Uribe, durante su intervención en el Congreso de Fenalco, lanzó nuevas críticas contra la reforma tributaria que se ha propuesto desde el Gobierno de Gustavo Petro y que busca recaudar $12 billones.

En su concepto, “en la exposición de motivos se observa que el recaudo, inferior a $12 billones, sería para financiar el año 2025 y las elecciones de 2026. Todo para conseguir votos con empleos burocráticos, que poco o nada agregan de valor, y subsidios sociales engañosos por no ser sostenibles más allá de elecciones”.

El ex jefe de Estado fue enfático al sostener que no es prudente que se incremente el impuesto al carbono, teniendo en cuenta que el país se enfrenta a un panorama marcado por la insuficiencia de gas natural.

“Si el país tuviera austeridad estatal y vigorosa inversión privada se entendería la idea de excluir las inversiones ambientales de la regla fiscal. En las actuales circunstancias sería una autorización para más gasto y más deuda con crecidos costos de financiamiento”, agregó.

También dijo que “no es del todo claro el cobro del IVA completo a los vehículos híbridos y a las apuestas digitales. Aspectos positivos como la financiación de techos solares, incluso con recursos del subsidio al consumo popular de energía, la eliminación de los impuestos hoteleros en ciudades hasta de 200.000 habitantes, serían interesantes, pero no como atenuantes aparentes de impuestos confiscatorios”.

Por eso recalcó que la reforma no se debería aprobar, teniendo en cuenta que “Colombia no puede permitir que se destruya su alma de emprendimiento privado que es la gran garantía de la prosperidad democrática”.

En su concepto, dicha tendencia tributaria está “aparejada con el Estado socialista, derrochón, de desgreño e ineficiencia”. Al respecto, puso de presente que “en los primeros dos años esta administración ha sumado 120.000 contratos de servicios personales, más que los 80.000 encontrados en 2018. El promedio anual de crecimiento de gastos de funcionamiento es del 20%”.

Uribe también refirió que “la combinación de elevados impuestos y gasto público con reducida inversión privada puede llevarnos a un default. Se perdería el récord del país latinoamericano más serio y de mejor manejo macroeconómico durante el siglo XX”.

Por eso mostró su rechazo a la tendencia actual de que “mientras los ciudadanos se endeudan con angustia para pagar impuestos, el socialismo malgasta a sus anchas”.

La inconveniencia de la reforma laboral

Referenció que la propuesta de reforma laboral se encuentra basada en la “filosofía del odio de clases”, lo que ha conllevado a crear “desazón” en los colombianos que generan empleo.

“Por fortuna, y gracias a algunos parlamentarios como nuestro compañero Andrés Forero, Representante a la Cámara, se ha logrado excluir temas del Derecho Colectivo del Trabajo que harían mucho daño, que eliminarían el diálogo del empleador con el trabajador y lo habrían trasladado al sindicalismo político de industria”, destacó.

Puso de presente que la inteligencia artificial genera una serie de desafíos, en especial, para el comercio, que no son atendidos por este proyecto del Gobierno: “En vez de ayudar a las nuevas adaptaciones, la propuesta laboral pretende destruir empleo e inversión. La tabla de indemnización por despido unilateral es muy onerosa, al incrementarla y judicializarla haría que muchos empleadores se abstengan de crear empleos por temor a que se conviertan en pleito”.

Críticas a la reforma a la salud

Frente a la reforma a la salud, Uribe indicó que el proyecto de reforma está direccionado a la “destrucción” de un sistema mixto y solidario, que puede ser mejorable y conllevar a resultados superiores al nivel de ingreso de los colombianos.

“Lo sustituyen por el estatismo socialista. Estatizan la afiliación que nunca ha sido problema. Estatizan la atención básica. Estatizan la autorización para acceder a servicios de mayor complejidad. Estatizan todo el manejo de recursos. Incurren en el vicio estatista de dejar el 85% de los pagos sin auditoría efectiva”, mencionó.

Además, dijo que “La Ley 100 abrió grandes oportunidades a médicos, enfermeras, auxiliares, personal de apoyo, adquisición de equipos, construcción y renovación de hospitales, y lo más importante, a los usuarios. Vamos camino a pagar nuevamente la salud del bolsillo del ciudadano”.

Lo negativo de la reforma pensional

Otro de los señalamientos corresponde a que la reforma pensional no permitirá que los jóvenes construyan una base pensional con ahorros entre los 20 y 62 años: “Dependerá de la caja del Estado. Niega el derecho de tener una pensión mínima con 1.150 semanas. Quitaron esa posibilidad y sin embargo proponen reducir la edad de jubilación”.

Indicó que esta reforma niega el derecho del trabajador de vigilar su ahorro y buscar la opción de mayor rendimiento: “Niega el derecho a una devolución de saldos que sumen ganancias importantes por encima de la inflación, así como niega el derecho de Colombia a contar con una masa de ahorro, de propiedad de los trabajadores, que financie también al Estado, pero con rigor, y proteja la economía ante crisis internas y externas”.

Indicó que se puede estar de acuerdo con el sistema de pilares, aunque “creemos que la parte de subsidios que corresponda a estos pilares se debe pagar del presupuesto, no de las reservas pensionales. Creemos que los recursos se deben manejar con el sistema de fondos, que escoja el trabajador, que protejan la construcción de las reservas”.

Evitar cambios al sistema educativo

El ex jefe de Estado también indicó que el componente privado es necesario para atender la demanda creciente de los jóvenes por educación.

“Deseamos que este tipo de reformas se eviten como hasta ahora lo han logrado algunos parlamentarios con la destacada participación de nuestras senadoras Paloma Valencia y María Fernanda Cabal”, agregó.

Cambios en la matriz energética

Uribe indicó que era “previsible” que se presenten problemas para garantizar la autosuficiencia de gas por la falta de contratos nuevos.

“Infortunadamente hay certeza sobre el difícil futuro energético. El temible aumento exagerado de precios a 36 millones de usuarios y crece el riesgo del petróleo. La rigidez de las consultas populares y la falta de voluntad oficial para buscar soluciones con las comunidades, han llevado a fracasar contratos muy importantes de energía eólica y solar”, remarcó.

En es sentido, aseguró que “se debería acelerar el hidrógeno verde y pensar nuevamente en los combustibles biológicos, etanol y biodiesel, y dar libertad para el porcentaje de mezcla. La dirección que se lleva puede conducir a tener que instalar plantas de carbón en boca de mina. Los errores ideológicos conducen a retrocesos”.