Luigi Belvedere, uno de los criminales más buscados por Italia y figura clave en la organización mafiosa La Camorra, fue capturado en Medellín luego de que las autoridades detectaran su presencia en Colombia a través de una fotografía que publicó en la tumba del narcotraficante Pablo Escobar, en el cementerio Jardines de Montesacro, en Itagüí. La imagen activó una alerta que desencadenó un operativo de búsqueda que culminó con su detención en un conjunto residencial de El Poblado, al suroriente de la ciudad.
De acuerdo con lo que se logró conocer, la Policía Nacional y la Interpol venían siguiendo los pasos de Belvedere, de 32 años, mediante una circular roja que lo señalaba como uno de los fugitivos más peligrosos de Italia.
Belvedere fue condenado a 18 años y nueve meses de prisión en su país por delitos de tráfico internacional de drogas. Desde diciembre de 2020, las autoridades italianas habían intensificado la búsqueda de este hombre, quien, según informes policiales, coordinaba envíos de cocaína desde Colombia hacia Europa en colaboración con grupos locales como La Oficina y el Clan del Golfo.
Un análisis detallado de la imagen publicada en la tumba de Escobar y su ubicación en redes sociales permitieron a las autoridades confirmar la presencia de Belvedere en Colombia. A partir de este hallazgo, se montó un dispositivo de búsqueda en Medellín que, finalmente, condujo a su arresto.
El director de la Policía Nacional, general William René Salamanca, explicó que Belvedere manejaba una sofisticada red logística para transportar cocaína hacia España, Alemania, Holanda e Italia.
El modus operandi de Luigi Belvedere
La droga, según explicó el alto funcionario de la institución armada, era acondicionada en embarcaciones que llegaban a distintos puertos de Europa, donde luego se distribuía en ciudades como Nápoles y Caserta. Investigadores describieron a Belvedere como un “corredor” o broker, que gestionaba la compleja cadena de suministro de estupefacientes para La Camorra.
Para evitar ser detectado, Belvedere había desarrollado estrategias de evasión alquilando cuatro apartamentos en el sur del Valle de Aburrá. En estos inmuebles, ubicados en El Poblado, cambiaba de ubicación regularmente y utilizaba intermediarios para el alquiler, pagando más de 10 millones de pesos mensuales para permanecer bajo el radar de las autoridades.
La captura de Belvedere se suma a la reciente detención en Medellín de Gustavo Nocella, apodado el “nuevo padrino” de la mafia italiana, también en el barrio El Poblado, en el marco de un operativo derivado de su ubicación en una mesa de billar.