Recientemente, la justicia condenó a un ciudadano estadounidense identificado como Thomas Michael Renno, a 30 años y seis meses de prisión por su participación en una red de explotación sexual de menores en Medellín. Renno fue hallado culpable de explotación sexual comercial de personas menores de 18 años y de utilizar medios de comunicación para ofrecer actividades sexuales agravadas.
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De acuerdo con lo que dieron a conocer las autoridades, Renno operaba desde Estados Unidos y contactaba a niñas y adolescentes de entre 13 y 17 años a través de perfiles falsos en redes sociales, bajo los nombres de “Tom Renno,” “Tom Rene” y “Tom Reinolds”. Se descubrió que este hombre ofrecía hasta 100 dólares a cambio de encuentros sexuales con las menores.
El caso salió a la luz en septiembre de 2018 cuando las autoridades estadounidenses detectaron actividad sospechosa en un computador en Medellín, desde donde se publicaban contenidos explícitos y se promovían encuentros sexuales con menores.
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Las investigaciones revelaron que Renno, a través de intermediarios en Estados Unidos, negociaba encuentros con menores en Colombia, concretando sus viajes a Medellín en siete ocasiones entre mayo de 2017 y mayo de 2018.
Según reveló la Policía, durante sus visitas, Renno se hospedaba en hoteles y aparentemente contaba con el apoyo de algunos operadores turísticos, quienes le facilitaban el contacto con las víctimas.
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“Quedó en evidencia que en sus viajes se instaló en Medellín, ubicó a las niñas y adolescentes contactadas previamente; y, a cambio de dinero, las indujo a realizar actos sexuales”, detalló la Fiscalía.
La captura de Renno tuvo lugar en marzo de 2019. Ante una alerta de la embajada estadounidense sobre su llegada inminente a Medellín, la Policía Nacional y la Dijín lo detuvieron en el aeropuerto José María Córdova.
Un testimonio clave en la investigación fue el de la madre de una de las víctimas, quien encontró mensajes y datos de contacto de Renno en el teléfono de su hija. Esta información permitió a las autoridades obtener pruebas adicionales como correos, mensajes y fotografías.