Un ataque sicarial en el barrio Modelia, en la localidad de Fontibón, Bogotá, dejó como víctima mortal a un abogado. El crimen ocurrió el pasado miércoles, 30 de octubre, en horas de la mañana y ha generado inquietud en la comunidad y en los entes judiciales, especialmente por las circunstancias de la agresión y los detalles que posteriormente salieron a la luz sobre el fallecido.
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La víctima fue identificada como Pablo Emilio Manotas Jaramillo, un abogado barranquillero de 50 años, cuyo cuerpo ingresó sin identificación a las instalaciones del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, donde permaneció como N.N. por cerca de 24 horas. Solo hasta que las autoridades completaron el proceso de identificación se conoció su identidad y los detalles de su vida personal y profesional.
Según los primeros informes, Manotas Jaramillo fue atacado a las 8:30 de la mañana cuando estaba dentro de un establecimiento en Modelia. De acuerdo con lo que dieron a conocer las autoridades, dos hombres llegaron en una motocicleta Pulsar 200, y uno de ellos descendió, se acercó al abogado y le disparó en varias ocasiones.
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Las autoridades además confirmaron que el sicario utilizó un arma con silenciador, lo que permitió que el ataque pasara inadvertido en un primer momento. El ataque culminó con un tiro de gracia, mientras la víctima se encontraba de espaldas, según fuentes de la investigación.
Quién era la víctima
La investigación del caso reveló detalles sobre la vida de Manotas Jaramillo, quien residía en un exclusivo condominio en la zona norte de Bogotá, en el sector de Colina Campestre.
Según se dio a conocer, era propietario de un apartamento en la torre 5 de dicho complejo, ubicado en el departamento 604. Además, se estableció que el abogado se dedicaba a actividades de consultoría en gerencia, ciencia, técnica y apoyo a la producción de cultivos.
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Estas actividades, según revelaron las autoridades, generaban ingresos significativos, con registros financieros de hasta 200 millones de pesos en los últimos periodos, lo que despertó el interés de las autoridades para esclarecer sus vínculos profesionales y personales.
Cómo fue el crimen del abogado
Testigos en el lugar de los hechos informaron a las autoridades que Manotas Jaramillo había llegado en un vehículo Chevrolet y que, al bajarse, se aseguró de que todas las puertas estuvieran correctamente cerradas.
Una vez en el establecimiento, mientras pedía un vaso de agua, otra persona que lo acompañaba solicitó un Alka-Seltzer en dos ocasiones. Poco después, el sicario ingresó y le disparó mientras el abogado estaba concentrado en su bebida, según informó uno de los testigos.
Estaba involucrado en otro proceso legal
El abogado también estaba involucrado en un proceso legal reciente por usurpación e invasión de tierras y falsedad en documento privado. Este caso había sido rechazado en una instancia superior por el Tribunal Superior de Bogotá en febrero de 2024, y tenía una audiencia programada en septiembre de este mismo año. Este aspecto de su vida legal ha sido objeto de investigación, ya que se analiza si el crimen podría estar relacionado con el proceso judicial en curso.
El teniente coronel Andrés Obando, comandante Operativo de Seguridad Ciudadana N° 3 de la Policía Metropolitana de Bogotá, declaró que el caso está siendo investigado con especial atención debido a la naturaleza de los hechos y al nivel de planificación observado.
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Y es que, según la Policía, la utilización de un arma con silenciador y la precisión de la ejecución apuntan a un acto premeditado, lo que ha llevado a las autoridades a evaluar posibles móviles, incluyendo el litigio de tierras en el que el abogado estaba implicado.
La Policía de Bogotá ha dispuesto de recursos y personal especializado para el esclarecimiento de este homicidio. Mientras tanto, la persona que acompañaba al abogado en el momento del crimen está colaborando con las autoridades y brindando información clave que podría arrojar luz sobre los detalles del ataque y la posible motivación detrás del asesinato.
