Pegasus ni se adquirió con dineros ilícitos ni tampoco se utilizó para espiar a figuras políticas, al menos eso es lo que afirman desde Washington funcionarios de la Casa Blanca al diario El Tiempo, en medio de la polémica adquisición del software catalogado ahora como malicioso.
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En meses pasados el presidente Gustavo Petro durante una alocución presidencial había denunciado que Pegasus había sido comprado por más de 11 millones de dólares en efectivo a NSO Group en Israel durante la administración de Iván Duque y que había sido utilizado para otros fines distintos a la lucha contra el crimen organizado.
Ahora tres funcionarios del Gobierno de Joe Biden le confirmaron a El Tiempo que el software fue financiado por el país norteamericano, que su uso terminó en 2022 antes de la llagada de Gustavo Petro a la Presidencia y que solo se utilizó para la lucha contra el narcotráfico.
“Como parte de esta cooperación, el Gobierno de Estados Unidos se comprometió a proporcionar fondos a nuestros socios colombianos para adquirir el software Pegasus con el fin de impulsar esta misión antinarcóticos crítica”, le dijo al medio capitalino uno de los funcionarios que prefirió el anonimato.
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Según los portavoces del gobierno estadounidense, Pegasus se utilizó siguiendo “los más estrictos protocolos de seguridad y su existencia solo fue conocida por un pequeño grupo de personas en los organismos de seguridad del país”.
Tan pequeño era que ni el propio, para ese entonces, presidente de Colombia, Iván Duque supo. Sobre esto dijeron que esa transacción era una herramienta más de la cooperación entre ambos países y la intención nunca fue ocultarla por eso el entonces mandatario se enteró de dicha compra, pues se manejó en “nivel operativo”.
“En consonancia con la larga relación entre Estados Unidos y el gobierno colombiano para mejorar la seguridad y la estabilidad, este esfuerzo formó parte de la colaboración habitual contra las organizaciones criminales transnacionales y los grupos armados ilegales dedicados al narcotráfico. El gobierno de EE. UU. proporciona de forma rutinaria a sus socios internacionales una amplia variedad de apoyos a la hora de combatir amenazas mutuas (...) Se manejó un nivel operativo”, le aseguraron a El Tiempo.
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Insistieron que su uso solo se limitó para lo que fue adquirido inicialmente y no para espiar como lo ha sugerido el presidente Petro: “No tenemos información que sugiera que el software se utilizó indebidamente para vigilar a figuras políticas colombianas”.
Agregaron, además, que para que ello no ocurriera “se establecieron protocolos estrictos con controles y equilibrios. La estricta supervisión de esta herramienta se diseñó e implementó para garantizar que el software se utilizara para perseguir objetivos legítimos relacionados con el narcotráfico”.
Desde 2021 Pegasus ha recibido señalamientos por supuestamente espiar a defensores de derechos humanos, opositores políticos de distintos países y hasta periodistas, hecho del que luego se enterarían quienes administraban el software y por eso decidieron tomar acciones.
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“Descubrimos que nuestro propio personal había sido blanco de Pegasus en todo el mundo. Inmediatamente empezamos a tomar una serie de medidas concretas sin precedentes para demostrar nuestro compromiso de impulsar el cambio en este asunto”, aseveraron.
Esto llevó, añadieron las fuentes consultados por el medio en mención, a que hicieran cambios en su sistema reuniendo a socios internacionales “para contrarrestar la proliferación y el uso indebido de programas espía comerciales, incluso por parte de proveedores como NSO Group, que fue incluida en una lista de entidades a las que se le prohíbe el acceso a la tecnología estadounidense”.
