El Servicio Geológico Colombiano (SGC) confirmó que la emergencia registrada en un volcán de lodo en el municipio de Necoclí, en Antioquia, el pasado 11 de noviembre sí se trató de una erupción y este tipo de comportamiento “no es extraño”.
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La emergencia, que tuvo como epicentro al volcán Los Aburridos, localizado en el Urabá antioqueño, causó temor entre los habitantes por el movimiento agitado de lodo y la posterior erupción que vino acompañada de una enorme llamarada.
“Estos volcanes son evidencia del diapirismo de lodo, un fenómeno generado por la intensa actividad bacteriana sobre lodos acumulados en fondos marinos donde entran grandes cantidades de sedimentos y de materia orgánica que queda sepultada en el subsuelo”, explicó el SGC.
Jhon Makario Londoño, director técnico de geoamenazas del instituto, explicó que este tipo de erupciones “no son extrañas en el sector, de hecho, hay otros volcanes como San José de la Plata y La Lorenza donde también han hecho erupciones de este tipo”.
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En ese sentido, también detalló que las erupciones de este tipo de volcanes son distintas a los que desprenden lava porque son más pequeñas y restringidas. Sobre las llamas, Makario añadió que se pudo haber debido a la acumulación de gas metano.
“Debido a que este es un proceso que se ha dado a lo largo de cerca de 20 millones de años, la acumulación de más y más sedimentos ejerce alta presión sobre la materia orgánica y genera su transformación parcial a gases, por lo que se dan abombamientos en la superficie y salida de lodos, agua y gas metano”, indicaron.
Sin embargo, todo está por confirmarse, este martes 12 de noviembre, un grupo de expertos del SGC estará en la zona afectada realizando los respectivos estudios y con el fin de “implementar una red de monitoreo que permita ampliar el conocimiento sobre la actividad de algunos de los volcanes de lodo en el Caribe colombiano”.
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Luego de la emergencia, las autoridades de los municipios afectados (Necoclí, Turbo y San Pedro de Urabá) desplegaron operativos para llegar al lugar y evaluar la situación. Sin embargo, las condiciones geográficas y la naturaleza del evento complicaron el acceso a la zona.
A su vez, las poblaciones cercanas han manifestado preocupación por la actividad volcánica, y algunos habitantes han comenzado a tomar medidas preventivas de manera voluntaria, pues las amenazas por las manifestaciones de este tipo de volcanes se relacionan con el flujo de lodos hacia zonas de cultivos y viviendas, los agrietamientos del terreno y la eventual explosividad de los gases.
Del mismo modo, las autoridades municipales y departamentales han activado sus planes de contingencia para atender posibles evacuaciones y garantizar la seguridad de los habitantes.
