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Las diligencias judiciales por el caso de secuestro de ‘Mane’ Díaz, padre del futbolista del Liverpool Luis Díaz, continúan para tratar de hacer pagar a los presuntos responsables del rapto del hombre que tuvo lugar en Barrancas (La Guajira), tierra natal del jugador.

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En la más reciente audiencia de juicio oral, ‘Mane’ denunció que sus hijos han recibido amenazas en la población guajira misma en la que se efectuó su secuestro por parte del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que opera en la zona.

Durante la diligencia Luis Manuel Díaz le indicó al fiscal del caso que uno de sus hijos es el que más viaja hasta Barrancas porque “le gusta estar por la finca”, los otros casi no van porque tienen “sus compromisos con el deporte”.

Fue por estos hechos que a su regreso al municipio guajiro tuvo que instaurar denuncias ante la Fiscalía General de la Nación para que se tomaran las medidas necesarias para proteger la integridad de la familia del jugador de la selección Colombia.

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Denunció que en Barrancas hay “personal” rondando que pregunta por él y por la Fundación Luis Díaz, una academia de fútbol impulsada por el jugador y que tiene su sede en el municipio.

“No han parado las cosas. Tengo fe de que las cosas terminarán tranquilas”, precisó durante la audiencia.

Así fue el secuestro

Todo sucedió cuando los padres del jugador tanqueaban en una estación de gasolina del pueblo, cuando fueron encañonados por sujetos que los subieron a su propia camioneta y se los llevaron sin rumbo fijo.

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Cilenis Marulanda, madre de las estrella del Liverpool, fue liberada horas más tarde gracias a la reacción de las autoridades, sin embargo, Luis Manuel Díaz estuvo en cautiverio por casi dos semanas, hasta que la Policía Nacional logró la liberación en conjunto con las fuerzas militares.

Esos días fueron eternos para Luis Díaz, y se convirtió en una tormentosa temporada en Europa para él. Lucho estuvo ausente en los partidos del conjunto inglés y regresó para marcar un gol que quedó en la memoria de todo el mundo del fútbol.

Luego de anotar frente a Luton Town, el guajiro se levantó la camiseta y expuso un mensaje que decía “libertad para papá”.

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Un “amigo”, el determinador del rapto

Corría la primera semana de junio del 2023 cuando Jeiner Villa Herrera, alias Octavio, quien se presentó como un comandante del Ejército de Liberación Nacional, ELN, le solicitó una cita a Andrys Alcides Bolívar, alias el Negro, un comerciante de divisas que –además– era el cabecilla de una banda conocida como Los Primos, que delinquía mediante la modalidad de outsourcing criminal en el sur del departamento de La Guajira.

El encuentro, que se dio en la entrada del corregimiento Guayacanal, en jurisdicción de San Juan del Cesar, a poco más de 40 minutos de distancia del municipio de Barrancas, tenía como objetivo dejar las bases listas para propinar un nuevo ataque ilegal que, a priori, dejaría una millonaria renta extorsiva. El objetivo era Luis Manuel Díaz, padre del extremo guajiro Luis Díaz, un tipo bonachón y querido por todos. No faltaba a una parranda, ni ‘pelaba’ celebración. Era el rey del pueblo, de Barrancas.

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‘Octavio’ y el ‘Negro’, conociendo de antemano el escándalo que propinaría secuestrar al papá de Luchito, decidieron encontrarle puntos vulnerables a la vida de ‘Mane’ para que su plan pudiera ser realizado rápido y sin que la comunidad pudiera identificarlos. Necesitaban un infiltrado, un topo, un hombre dispuesto a morder la mano de quien le daba de comer.

Acudieron entonces a Yerdinson Bolívar Bolívar, alias Arenca, un viejo conocido de la familia Díaz Marulanda, que en ese entonces se desempeñaba como uno de los entrenadores de la escuela de fútbol del jugador del Liverpool en Barrancas.

‘Arenca’, que hizo parte del encuentro en Guacanayal, aceptó sin remordimiento aparente dar detalles de la vida diaria de ‘Mane’ y Cilenis Marulanda, la madre del jugador. Allí se consumó la traición.