Laura Sarabia es sin duda una de las personas más mencionadas con respecto al Gobierno Nacional. Es su cercanía, la confianza que le tiene el presidente Gustavo Petro lo que hace que esté siempre en la palestra política. Ella misma ha aceptado que ser parte del círculo cercano del mandatario nacional la ha hecho ver la parte mala de la política, aunque asegura que también en el poder ha podido hacer muchas cosas buenas y por eso “vale la pena”.
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En entrevista con El Tiempo, Sarabia habló de los rumores sobre su posible salida del Dapre hacia la Cancillería, de la llegada de Armando Benedetti a la Casa de Nariño y su relación con él, y hasta de los escándalos en los cuales se ha visto inmiscuida.
“Ni he renunciado ni el Presidente me ha pedido renunciar. Hoy soy la directora del Dapre”, fue lo primero que dijo Sarabia. Esto en relación a los rumores sobre un posible nombramiento como nueva canciller. Aseguró que son decisiones que toma el presidente, y que todo dependerá de lo que él decida, aseverando que no ha hablado ese tema con él.
Un posible cambio de cargo se puede ver relacionado con la llegada a la Casa de Nariño del polémico ex embajador de Colombia ante la FAO, Armando Benedetti, como asesor de la Presidencia. Sarabia señaló que esto, como muchos otros temas, es parte de los rumores en las que se ha visto involucrada.
“Aquí se suman muchos intereses. La verdad, jamás me imaginé estar envuelta en un torbellino de odio y de una hoguera de vanidades de muchos sectores. Cada fin de semana, desde los últimos 2 años, espero cuál es la nueva historia que tienen por contar. O cuál es el nuevo capítulo en el cual supuestamente participé. Esa ha sido mi vida durante los últimos 2 años y eso no cambiará. Todos los días respondo si el Presidente me quiere, si el Presidente me saca de las reuniones, si el Presidente y yo tenemos unas discusiones o si estamos peleados. Creo que ya a lo último lo hemos tomado jocosamente. Nos reímos de la creatividad de todas estas noticias y creo que, como le digo, esto pasa por muchos intereses. Por ahí dicen que al burro se le ven las orejas en estos casos”, dijo, citada por El Tiempo.
También aclaró que respecto a los audios que salieron a la luz, precisamente sobre Benedetti refiriéndose a ella, que solo declarará al respecto ante la Fiscalía y las autoridades competentes. “Lo que pienso y siento sobre el regreso de Benedetti se lo manifesté al Presidente en privado y quedará en esa conversación”, dijo.
Otro rumor del que habló es sobre una supuesta rebelión de ministros y altos funcionarios del Gobierno por la llegada de Benedetti. En estas informaciones se dijo que varios altos cargos habrían pedido su salida.
“Yo no atiendo rumores. Si me voy al día a día en el trato con los ministros, con los directores, es un trato cordial, amable, institucional y puedo decir que con ninguno he tenido ninguna queja, ni disgusto. Hemos tenido una relación sana. Y dos: creo que un gabinete no puede ser un jardín infantil... Creo que el país merece que haya adultos atendiendo las necesidades del país y de los ciudadanos”, mencionó.
Habló de otro rumor. Otro más. Uno sobre que dentro de la Casa de Nariño existe una especie de sindicato que se opone a que siga siendo cercana al presidente.
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“Uno: yo soy una piedra en el zapato para muchas personas. Por mi puesto, por el papel que he desempeñado y por lo que he significado los últimos 3 años al lado del Presidente, porque no solo ha sido en el gobierno, sino un año en campaña. Cuando estaba embarazada. Dos: lo único que tengo es mi nombre y lo voy a defender hasta el último momento y como una leona porque es lo único que tengo y por eso estoy acá. Y tercero: soy la primera persona que trata todos esos temas con el Presidente. Que le muestra qué salió, qué están diciendo, que yo me relacioné con tal, que me reuní con tal, que le recibí a tal persona. Pero todo ha quedado en fantasías, especulaciones, rumores porque hoy no hay una sola prueba. Cada cosa que llega mis abogados la entregan a la Fiscalía. Gracias a Dios duermo tranquila”, aseveró.
Sarabia insistió en la entrevista en que rumores, escándalos e informaciones, en su mayoría, solo se han quedado en cadenas de WhatsApp, porque no hay pruebas de nada.
No admitió tampoco que tenga el deseo de ser canciller, aclarando que le parece que el actual ministro de Relaciones Exteriores, Luis Gilberto Murillo, lo ha hecho muy bien y que han logrado una amistad. También dijo, “tajantemente”, que no aspira a un cargo de elección popular.
“Yo creo que cuando voy a La Guajira, cuando voy y veo esos niños que dicen gracias porque me ha cambiado la vida por tener agua, o gracias porque ahora voy a poder estudiar y tener un colegio digo: ‘vale la pena’. Cuando pasan todas esas historias y me toca todos los días responder si el Presidente me odia o si se levantó de una reunión digo: ‘No vale la pena’. Pero yo prefiero quedarme con la sensación de La Guajira donde dice: ‘vale la pena’”, dijo.