Un fallo reciente del Juzgado 38 de Familia de Bogotá ha generado polémica al reconocer como madre biológica a una mujer que actuó como gestante en un acuerdo de vientre de alquiler. La decisión, que ha sido considerada por muchos como histórica, se produce en medio de un vacío legal en Colombia sobre la regulación de la gestación subrogada.
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El ciudadano danés Jonas Hedegaard Ydemann presentó una demanda para excluir a Kelly Yohana Jaimes Marín, quien actuó como madre gestante, del registro civil de su hijo, nacido en octubre de 2023 en Bogotá.
Según el demandante, Jaimes Marín no debía ser reconocida como madre biológica, ya que no aportó material genético al embrión, formado con su esperma y el óvulo de una donante anónima.
Sin embargo, el fallo negó la solicitud al concluir que la gestante tiene un rol biológico esencial en el proceso reproductivo. Según la jueza, la madre gestante también debe ser considerada madre biológica, dado que su cuerpo permitió el desarrollo del embrión durante los nueve meses de embarazo.
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El tribunal señaló que la ciencia y la tecnología han desdoblado la reproducción humana en dos etapas: la fecundación y la gestación, lo que crea la figura de doble maternidad.
En este sentido, la jueza enfatizó que, aunque la prueba de ADN confirma que Jaimes Marín no aportó material genético, su papel como gestante la convierte en madre biológica gestante. En consecuencia, rechazó la idea de reducir su rol a una función instrumental.
Asimismo, el fallo destacó la falta de regulación en Colombia sobre la gestación subrogada, una situación que, según el tribunal, plantea problemas legales y éticos, especialmente en casos donde están involucrados ciudadanos extranjeros.
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Y es que, pese a que en los últimos años esta se ha convertido en una práctica usual entre muchas mujeres en condición de vulnerabilidad, Colombia no cuenta con una legislación específica que regule la gestación subrogada, lo que, según el fallo, deja a los niños nacidos bajo estas condiciones en un estado de inseguridad.
Entre los riesgos señalados se incluyen la falta de claridad sobre su filiación, la posible vulneración de su derecho a conocer sus orígenes biológicos, la apatridia y el peligro de tráfico de personas.
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La Corte Constitucional ha advertido en diversas sentencias sobre la necesidad de legislar sobre la gestación subrogada, especialmente para proteger los derechos de los niños y las mujeres gestantes.
Según el fallo del Juzgado 38, hasta que exista una normativa clara, se deben garantizar los derechos fundamentales de todas las partes involucradas, en particular el interés superior del menor.