Este lunes 16 de diciembre más de 30 medios de comunicación de Colombia se unen para publicar en sus ediciones impresas y digitales el editorial conjunto Por un pilar de las libertades. Este texto pone en evidencia el preocupante retroceso que en 2024 ha registrado en el país la libertad de prensa y la libertad de expresión, derechos fundamentales consignados en la Constitución Política. Una realidad alarmante que obliga a lanzar una voz de alerta en demanda de plenas garantías para el ejercicio de la profesión.
“El periodismo ha venido siendo objeto de reiteradas y cada vez más agresivas declaraciones y acciones con las que se pretenden socavar los mencionados derechos. Y es muy serio y muy grave que dichas consignas provengan en no pocas ocasiones de los llamados a garantizarlos, en particular, desde el Gobierno nacional. Estamos, para ser claros, ante una situación que restringe la democracia en todo sentido”, reza el documento.
El editorial advierte sobre “señalamientos incendiarios e irresponsables generalizaciones” que causan gravosos efectos, en particular en las redes sociales. Además, denuncia la “ambientación de climas que favorecen el control político de la labor periodística y que buscan abrirles camino a regulaciones que institucionalicen la censura”.
El Índice de Chapultepec, elaborado anualmente por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que mide el estado de la libertad de prensa en países de América, constata el deterioro de los indicadores de libertad de prensa en Colombia. En su más reciente actualización, el país descendió cinco puestos tras obtener una calificación de 40,34 puntos sobre 100. A esta inquietante variable se añade el aumento de un 24 % en los casos de amenazas a periodistas en 2023 y 2024, documentado por la Fundación para la Libertad de Prensa, FLIP.
“Propiciar un ambiente de sospecha y rechazo hacia la labor periodística es despejarle el camino a los violentos”, precisa el documento al señalar que la estigmatización de la prensa expone a quienes ejercen el oficio en zonas de conflicto, donde se debaten entre la autocensura, el asedio y las amenazas de muerte de las estructuras del crimen organizado.
En definitiva, el editorial llama a los colombianos a “exigir y defender sus derechos a la libertad de expresión, el derecho a la información y la libertad de prensa”, al igual que a “apartarse de las incitaciones al odio, el desprecio y la satanización del trabajo periodístico que cuestiona, investiga, denuncia e incomoda a quienes ejercen poder, sea cual sea su índole”. Es también una invitación a construir “sociedad, país, democracia y paz”, porque en último término, “rodear los principios de la libertad de prensa equivale a proteger un pilar fundamental de todas las libertades”.
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