En la mañana de este 25 de diciembre se conoció el lamentable fallecimiento de Enrique Santos Molano, escritor, periodista, investigador y lingüista colombiano que le dedicó gran parte de su vida al periodismo pero también a la historia del país que conocía al detalle.
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Santos Molano falleció en la Clínica Palermo de Bogotá a sus 86 años. Uno de los primeros en lamentar el deceso del quien fuera redactor y jefe de redacción nocturno de El Tiempo entre 1963 y 1972 fue el presidente Petro: “Ha muerto Enrique Santos Molano, historiador y gran compañero en esta última década de luchas”.
También fue columnista del mismo diario desde 1965, además de desempeñarse como director de la Revista Domingo del diario Hoy, de Quito, entre 1989 y 1991. Fue editor de la colección ‘Colombianos en la Historia’, 1976-1978, así como presidente del Pen Internacional de Escritores, Centro Colombia de 2007 a 2010.
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Miembro Correspondiente de la Academia Colombiana de Historia y de la Academia de Historia de Bogotá y doctor Honoris Causa en Literatura de la Universidad del Valle, según recoge la editora Penguin Random House.
Fue autor de una veintena de libros, entre ellos la novela ‘Memorias fantásticas’, ‘El corazón del poeta’, una biografía de José Asunción Silva; ‘Antonio Nariño, filósofo revolucionario’, ‘Rufino José Cuervo, un hombre al pie de las letras’, de 1903; ‘Adiós Panamá’, ‘Los jóvenes Santos’; ‘Mujeres libertadoras’, ‘Las Policarpas de la Independencia’; ‘Las grandes conspiraciones en la historia de Colombia’; ‘Fúquene, el lecho de la zorra’; ‘Colombia día a día’; ‘Juegos de palabras descarriadas’.
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El ministro de Cultura, Juan David Correa, envió “un abrazo de condolencias” a sus allegados y lectores del que “muchos leímos y seguimos desde hace décadas por sus investigaciones históricas, lingüísticas y periodísticas sobre la cultura colombiana”.
Por su parte Cielo Rusinque, superintendente de Industria y Comercio, lo recordó como una persona “coherente con sus ideas hasta el último día de su vida. Mi cariño y solidaridad a su familia. Justo hace un año el Concejo de Bogotá le había hecho un merecido homenaje”.
“Un día muy triste para Colombia, hasta último momento estuvo escribiendo sus libros de historia, aportando con generosidad sus reflexiones y sabiduría, con la lucidez que siempre lo caracterizó pero sobre todo con la dignidad de los grandes”, agregó.