La Aeronáutica Civil respondió este viernes a través de un comunicado a los cuestionamientos que surgieron desde sectores de la oposición por el aterrizaje de una aeronave de matrícula oficial venezolana en Bogotá, previo a la posesión presidencial en el país vecino.
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Se trata de un jet de matrícula civil venezolana YV3164 que aterrizó el miércoles 8 de enero en el Aeropuerto Internacional El Dorado y que fue atendida por la empresa Aerosupport.
El representante Hernán Darío Cadavid Márquez, del Centro Democrático, presentó un derecho de petición con el propósito de que la Aerocivil explicara las razones de la presencia de la aeronave venezolana en territorio colombiano.
“Las autoridades colombianas tienen que explicar qué hacía un avión del gobierno venezolano a horas de darse lo que debería ser la transición del poder en Venezuela”, dijo Cadavid, según recoge ‘Caracol Radio’.
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En la noche del viernes 10 de enero, mismo día en que Maduro juró como presidente de Venezuela sin ser reconocido por la mayoría de la comunidad internacional, la Aeronáutica Civil emitió un comunicado en el que señaló que “los cielos de Colombia están abiertos a la operación de aeronaves civiles de cualquiera de los 193 países miembros del Convenio de Chicago sobre aviación civil internacional”.
“Los Reglamentos Aeronáuticos de Colombia establecen que las aeronaves extranjeras de aviación general ‘podrán sobrevolar el territorio nacional y podrán aterrizar siendo admitidas temporalmente en él, sin necesidad de autorización especial hasta por un término de 48 horas, siempre que ingresen al país y salgan de él a través del mismo aeropuerto internacional, sin tocar ningún otro aeropuerto colombiano’”, sostuvo la Aerocivil.
Afirmó que la aeronave de matrícula civil venezolana, así como la de cualquier nacionalidad que ingrese o salga, hacia o desde un aeropuerto internacional en territorio de cualquier país, quedó sujeta “a los controles de policía, migración, aduanas y sanitarios que correspondan, brindados por las autoridades competentes”.
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Una vez en el aeropuerto El Dorado, en Bogotá, el jet venezolano “recibió el tratamiento propio de cualquier aeronave civil, siendo atendida por la empresa Aerosupport, titular de un permiso de operación que la autoriza para ofrecer servicios de escala en aeropuerto a aeronaves colombianas o extranjeras procedentes de cualquier parte del mundo, conforme a sus capacidades”, explicó la entidad.
Añadió que la aeronave se estacionó y fue atendida en la plataforma de dicha organización aeronáutica, “donde las autoridades competentes pudieron efectuar los controles de ingreso y salida correspondientes”.
